Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

PRIMER ROUND

El virus del sobrepeso

Mis lectores conocen hace mucho tiempo que Javier -El Abejón- Fortuna es uno de los peleadores dominicanos que mejor pondero por su gran capacidad de pegar fulminante, asimilar y boxear técnicamente por encima del promedio; pero eso no era lo que estaba en juego el sábado en Brooklyn, sin querer el chico de La Romana se metió en un túnel del tiempo y trajo del pasado recuerdos muy desagradables y peligrosos para su futuro y para el boxeo dominicano en general.

Antes de seguir avanzando este análisis es justo traer ‘por los moños’ que a pesar de estar mal preparado (una irresponsabilidad de él y de todo su equipo) quizás por debajo de un 70% aun así ganó su pelea; claro, el pleito tuvo momentos adversos para él, pero lo vi vencedor y para mi ‘tranquilidad’ la cadena ESPN terminó con el dominicano arriba al finalizar la contienda y uno de los tres jueces oficiales, también. El referí fue Ricky González, quien le descontó un punto al dominicano; los jueces: Glenn Feldman, Kevin Morgan y John McKaie, este último le dio el triunfo al Abejorro -sin la faja-, 114-113; los otros dos anotaron a favor de Robert Easter, el dueño de la faja aunque perdiera oficialmente.

LO QUE ESTABA EN JUEGO: Todavía el ex doble campeón romanense tiene 28 años, el tiempo le sobra para recuperarse, pero hay que ver si su manejador, promotor, entrenador y el resto del equipo están a gusto para seguir empujando hacia un tercer cetro del mundo. Ahora ese grupo tendrá que pujar mas duro porque hay un oscuro historial dominicano, el cual han ampliado en dos ocasiones, en peleas importantes que de ser atractivas han pasado a ser fracasos económicos grandiosos, llevando incluso a empresas a la quiebra.

Fortuna podría tener a los mejores a su lado, pero tendrá menos chance de lograr grandes peleas ya que sus dos hojas mas visibles de su currículo son la perdida de la faja pluma a pesar de propinarle un terrorífico nocaut a Miguel Zamudio en el Tropicana Hotel & Casino, en Atlantic City, en abril de 2013, luego de fallar en marcar el peso reglamentario, de ser el campeón y el ganador por nocaut fulminante la corona quedó vacante, lo destronó la balanza.

El sábado no fue el campeón, pero no se explica que siendo su gran debut en el peso ligero no pudiera marcar las 135 libras y que su equipo no pudiera rebajarle menos de tres libras para tener opción a la corona.

Quizás los dos jueces que no se atrevieron a darle la victoria ante el norteamericano porque ningún juez en un pleito cerrado favorecerá lo negativo, Javier no tenía opción a la corona, como la pelea fue pareja se decidieron en otorgarle al campeón sus veredictos, quien sí hizo el peso reglamentario y tenía la oportunidad de retener su faja, por tercera vez.

LA BOLA DE NIEVE: Hasta el momento, el rey en la materia es el también doble campeón Joan Guzmán, quien primero llevó a la ruina a una empresa promotora luego de no poder subir al ring ante Nate Campbell en 2007 en Biloxi, Mississippi; el hombre llegó al pesaje como si se hubiese tragado un venado en el camino y para colmo se desmayó tratando de rebajar, sufrió una deshidratación profunda y tumbó el gran negocio que mediría a un invicto doble monarca que retaba a un gran monarca que tenía la división ligero unificada en tres cuartosÖ Luego la misma faja sería maltratada por el dominicano cuando venció en eliminatoria al africano Ali Funeka en Las Vegas, pero previo, en horas de la mañana llegó a la balanza con 9 libras por encima del límite, dejando otro pesar y quedando sin opción al cetro; otro intento titular haría ante el panameño Vicente “El Loco” Mosquera, pero la incertidumbre del peso de Joan tumbó las expectativas del cacareado choque de ex campeones.

OTRO DURO GOLPE: El 16 de noviembre de 2013 Edwin Rodríguez subió al ring a retar al gran Andre Ward, venía de ganar un torneo en el principado de Mónaco con un sobrepremio de un millón de dólares, su bolsa fue precisamente un millón de dólares de nuevo, pero se presentó con cerca de diez libras por encima, algo antiprofesional, perdió la opción de retador a la corona supermediana unificada y fue multado con un 20% o sea, 200 mil dólares. Ward hizo el resto, le dio una cátedra de boxeo, sin importar la bravura de su rival mocano.

Tags relacionados