Vladimir Guerrero, inmortal de Cooperstown

El próximo miércoles será anunciada de forma oficial la elección de Vladimir Guerrero como Inmortal del béisbol de las Grandes Ligas. Será el colofón de una extraordinaria carrera, colmada de múltiples hazañas y estadísticas impresionantes, pero también será el final feliz de una historia llena de sacrificios y marcada por la tenacidad. La historia de un niño que debió dejar la escuela en el quinto curso para trabajar en el campo y ayudar a conseguir el sustento de su familia, que creció en una humilde casa con piso de tierra, sin agua ni electricidad y donde tuvo que compartir cama con otros hermanos. La historia de un joven que se sobrepuso al rechazo de dos organizaciones y luchó a brazo partido hasta alcanzar su sueño. La historia de un atleta portentoso que jugó a la pelota con intensidad, pero divirtiéndose y de forma alegre y entusiasta. La historia de Vladimir Guerrero va más allá del mero relato de un deportista que logró triunfar. Es ante todo, por sus características y matices, una historia dramática y humana, que tiene como protagonista a un hombre humilde y callado, que no cayó en tentaciones y hoy su esfuerzo, dedicación, templanza y recia voluntad, se ven coronados con el éxito.

SUS NÚMEROS: Revisando sus estadísticas, nos damos cuenta de que efectivamente, Guerrero pertenece al exclusivo grupo de los mejores jugadores de todos los tiempos en las Ligas Mayores. Terminó con un promedio de bateo de por vida de .318, en 16 temporadas, al conectar 2,590 hits, entre ellos 477 dobles y 449 jonrones. Remolcó 1,496 carreras, anotó 1,328, sólo se ponchó 985 veces y su porcentaje de embasarse fue de .379, con un slugging de .553 y un OPS de .931. Nunca se ponchó 100 veces, ni siquiera en 2002 cuando disparó 40 cuadrangulares. Sus números, prorrateados a 162 juegos. lo proyectan con medias por temporada de 195 hits, 36 dobles, 34 jonrones, 113 carreras empujadas, 100 anotadas y 14 bases robadas. Estadísticas realmente prodigiosas.

GRANDES HAZAÑAS: Resumiendo su carrera, Vladimir registró grandes hazañas y recibió numerosas distinciones, nueve veces fue seleccionado para participar en el Juego de Estrellas; en 2004 resultó electo Jugador Más Valioso de la Liga Americana; ganó en 8 ocasiones del Bate de Plata; registró doce temporadas de 20 o más cuadrangulares, ocho temporadas de 30 o más cuadrangulares, dos temporadas de 40 o más cuadrangulares, diez campañas de 100 o más carreras remolcadas, seis campañas de 100 o más carreras anotadas y cuatro campañas de 200 o más hits. En 13 de sus 15 temporadas completas terminó con promedio de bateo por encima de .300 y en las dos únicas campañas en que no logró conectar para la aristocrática marca, tuvo averages de .295 (2009) y .290 (2011), ya en el final de su estancia en las mayores. Es miembro del grupo de 8 jugadores que ha disparado mil hits en ambas ligas mayores, junto a Dave Winfield, Frank Robinson, Fred McGriff, Carlos Lee, Orlando Cabrera, Carlos Beltrán y Alfonso Soriano.

LIGAS MENORES: En 1994, en su primera temporada como profesional, bateó para promedio de .424 en la Dominican Summer League, con 11 dobles y 12 jonrones, en 25 juegos. Ese mismo año viajó a los Estados Unidos y fue asignado a la liga de la Costa del

Golfo, un circuito de novatos, donde registró promedio de .314, tras agotar 137 turnos. En la temporada siguiente, en clase A, terminó con marca de .333, al disparar 140 hits en 421 oportunidades, incluyendo 21 dobles, 10 triples y 16 cuadrangulares, impulsó 63 vueltas y anotó 77. En 1996, jugando a nivel de clase A avanzada y doble A, logró una actuación impresionante, que le valió ser elegido Jugador del Año de las Ligas Menores por la revista Sporting News. En esa campaña su promedio general fue de .360, fruto de 179 hits en 497 turnos, entre ellos 40 dobles, 8 triples y 24 jonrones, remolcó 96 carreras, anotó 100 y se estafó 19 almohadillas. Ese año también fue nombrado Jugador Más Valioso de la Eastern League (doble A). Esa fue su última temporada en las ligas menores, porque en 1997, luego de una impresionante labor en los campos de entrenamientos, se quedó definitivamente con el equipo grande de los Expos de Montreal.

ANÉCDOTA: Su firma con la organización de los Expos de Montreal fue todo un acontecimiento por las circunstancias en que se produjo. Los Expos celebraban en el país una audición abierta para ver jugadores jóvenes aspirantes al profesionalismo y Vladimir se presentó a la prueba en ropas de civil, ya que su familia era tan pobre que no tenía dinero para comprarle un uniforme y el equipo para jugar pelota. Tomó un bate e hizo varios swings para calentar y sólo bastó que conectara unas cuantas pelotas para que Arturo DeFreites, scout de la franquicia, le ofreciera un contrato, contando con el aval de Fred Ferreira, director de reclutamiento para Latinoamérica. De esa forma llegó Guerrero a los Expos. Pero, el asunto no terminó ahí, pues al principio la organización no sabía qué hacer con el talento crudo del dominicano. De ahí que lo probaran en varias posiciones e incluso fue usado como lanzador en algunos partidos de la Dominican Summer League, para aprovechar su tremendo brazo. Finalmente optaron por hacerlo jardinero. El resto es historia.