A mitad de camino

Se ha cumplido la mitad del calendario del torneo nacional de béisbol profesional y en un diseño en el que la disputa concentra más atención para la cuarta posición que para la primera, tres equipos luchan por tener posesión de aquella cuando llegue el final. De mantenerse la situación actual es seguro que por lo menos uno de los dos equipos de la capital, Licey o Escogido, quedará fuera de las series de pos temporada, existiendo la posibilidad que ambos sufran ese daño si los Toros logran la recuperación que buscan vehementemente. Eso ya ocurrió hace apenas tres años, en el certamen de 2014-15.

Que tres equipos se vean enfrascados en una lucha tan intensa por la vital cuarta posición clasificatoria cuando el campeonato llega al nivel actual, no se veía desde que en el 2010-11 Gigantes, Águilas y Licey estaban en un contexto similar. Ese año fueron eliminados en esta primera ronda los Tigres y los cibaeños.

MARCAS VITALICIAS Ya la actual campaña ha sido escenario del establecimiento de una nueva marca de juegos salvados de por vida, Jairo Asencio alcanza a este momento la cifra de 91, superando los 88 que logró Arturo Peña en su carrera. Se debe señalar que este renglón de las estadísticas se comenzó a registrar en la temporada de 1970-71.

Desgraciadamente la falta de previsión que en épocas pasadas primaba en la liga de béisbol hace prácticamente imposible rescatar esa memoria histórica. Una gran cantidad de las hojas de anotación de los juegos han desaparecido.

El otro acontecimiento que podría registrarse este año es que Anderson Hernández alcance disparar quinientos incogibles. La última vez que un bateador consiguió este hito fue en 2002-03, acontecimiento protagonizado por Félix José. El hecho es trascendente, en la historia del evento, en un total de 63 incluyendo los cuatro efectuados del periodo de 1951 a 1954, apenas 19 han logrado esa cifra de inatrapables. En los últimos 25 años únicamente José y Luis Polonia en 2001-02 han inscrito su nombre en el exclusivo cuadro.

Hernández inició el año con 473 hits y al momento de escribir esto ha disparado 14 para totalizar 487, dependerá de las oportunidades que se presenten en esta segunda etapa para que dispare los trece que le faltan.

Recientemente Esteban Germán finalizó la campaña de 2015-16 con 490 incogibles abriéndose la posibilidad que para la siguiente consiguiera los diez que le faltaban para sumar los quinientos. Eso no ocurrió, en 2016-17 apenas participó en un partido siendo posteriormente dado de baja por su equipo, el Escogido.

PUNTOS RADIANTES En esta primera mitad del torneo hay señales brillantes que destacar. El lanzador Radhamés Liz de Estrellas Orientales ha llegado 23.2 de entradas completadas sin permitir carreras limpias. Amenaza la marca en ese sentido que comparten Bartolo Colón y Rafael Soriano de 0.21. El primero en 43.2 de episodios y el segundo en 42.1.

En una liga donde es difícil que un lanzador abridor complete seis episodios, el relevo asume especial importancia.

Eso permite destacar el dominio que hasta ahora han ejercido en ese rol el colombiano Dayan Díaz del Escogido y Eric Yardley de los Gigantes. El primero combina un PCL de 0.68 con 0.98 de WHIP en doce salidas y 13.1 de entradas y Yardley 0.54 y 0.96 en 16.1 episodios y 16 salidas.

En materia de ofensiva el mayor impacto lo estaba causando Eloy Jiménez con los Gigantes. Lamentablemente abandona la acción por órdenes superiores. Era el único con un OPS por encima de 1.000 y dada la decisión se anula la posibilidad que un bateador consiga un porcentaje de ese nivel en el circuito, hazaña que no ocurre desde 2008-09 al Juan Francisco, entonces con los Gigantes, encabezar con 1.065, Víctor Díaz de las Águilas lograr 1.042 y Pablo Ozuna de las Estrellas 1.035. Incluso, el año pasado el líder fue Ronny Rodríguez de las Águilas con .824, el más bajo promedio para un líder desde 1979-80 cuando Leon Durham del Licey obtuvo la corona con .807.