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CON LOS CAMPEONES

El lanzador Julián Heredia

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Mario Emilio GuerreroTweeter: @megkrantz

Como estamos en temporada de pelota, en la columna de hoy recordaré a otro miembro del Batallón de los Olvidados, Julián Heredia , uno de los lanzadores de mejor actuación en la historia del béisbol dominicano, cuya carrera pasó desapercibida en la larga sequía de títulos de las Estrellas Orientales. Heredia, de quien ya había escrito anteriormente, nació el 22 de septiembre de 1969, en San Pedro de Macorís y lanzó en los campeonatos locales desde 1991 hasta 2006, siempre vistiendo el uniforme del equipo de su pueblo natal.

Poco crédito

Durante sus años con el conjunto oriental, fue muy poco el crédito que recibió, a pesar de que siempre realizó una labor brillante y a once años de haberse retirado, su nombre nunca ha sido tomado en cuenta cuando se mencionan a los pitchers más sobresalientes del béisbol local. Sin embargo, revisando sus estadísticas nos damos cuenta de que Heredia sí fue un serpentinero de primer orden, con logros superiores a otros de mayor nombradía entre fanáticos y periodistas.

Registros notables

Su récord de por vida fue de 33 victorias y 25 derrotas, registrando 25 juegos salvados y una magnífica efectividad de 2.73. Lanzó en 485.1 entradas, permitiendo apenas 389 hits y 179 carreras, 147 limpias, otorgó 140 transferencias y ponchó a 445. Son pocos los serpentineros dominicanos que pueden exhibir una hoja de servicio con tales números.

Su promedio de carreras limpias permitidas es el octavo mejor en los anales del béisbol criollo, además ocupa el séptimo lugar entre los mejores ponchadores de la historia, empatado con Fernando Hernández.

Sus hazañas

En su segunda campaña en la pelota criolla, Heredia finalizó con un promedio de carreras limpias de 1.20, luego de debutar con una efectividad de 1.93 y apenas en su tercera temporada, Heredia conquistó el liderato de efectividad de la liga con un excelente promedio de 1.18. Eso ocurrió en la campaña 1992-93, cuando tuvo marca de 4-2, 2 rescates y tan sólo le conectaron 24 hits en 45.2 episodios. Otras de sus grandes actuaciones se produjo en la estación 1995-96, en que también terminó con foja de 4-2, salvó 6 partidos, cifra tope en su carrera y su promedio de carreras limpias permitidas fue de 2.30. Su mayor cantidad de victorias ocurrió en la temporada 1994-95, cuando logró 6 triunfos y perdió 2 partidos, compilando efectividad de 2.53.

Relevista

En su trayectoria en el beisbol dominicano, Heredia solo abrió 5 partidos, actuando en los demás como relevista largo y en pocas ocasiones como cerrador. Las veces que asumió el rol de cerrador, fue de manera esporádica o cuando ya no había más remedio que darle la responsabilidad de terminar los partidos, ante los fallos o la ausencia de quien debía hacer ese trabajo. Es muy probable que el hecho de ser utilizado como relevista intermedio en la mayor parte de su carrera, haya influido para que Heredia nunca haya recibido el reconocimiento que su brillante labor le ha hecho acreedor.

Figura endeble De una contextura física poco impresionante, pues con 6” 1’ de estatura, apenas pesaba 170 libras, Heredia no poseía una recta poderosa, ni sobresalía por dominar a la oposición con un repertorio apabullante, pero su inteligencia, su extraordinario control y la forma ladeada de hacer los pitcheos, fue suficiente para que fuera un pitcher dominante en el béisbol dominicano.

Premios

Lanzador del Año en las campañas 1992-93 y 1994-95, líder de efectividad y victorias en las temporadas 1992-93 y 1994-95, respectivamente; líder en juegos lanzados en 3 temporadas seguidas de 1995 a 199 98, con 26 partidos en cada una y líder en ponches en la estación 2001-02, con 60.

En EUA

En el béisbol organizado de los Estados Unidos, Heredia tampoco tuvo suerte y a pesar de agotar buenas temporadas en los circuitos minoritarios, nunca recibió la oportunidad de lanzar en las Grandes Ligas. Firmado para el profesionalismo por la organización de los Angelinos de Anaheim, fue escalando todos los niveles en las ligas menores, hasta que en 1995 ascendió triple A, registrando excelentes estadísticas. Ese año, actuando en la Costa del Pacífico, una liga de bateo, finalizó con marca de 5-3, 10 juegos salvados y efectividad de 3.63. En 74.1 entradas aceptó 69 hits, ponchó a 65 y concedió 23 bases por bolas. No obstante esa buena labor, nunca fue promovido al equipo grande.

Justo valor

No hay dudas de que Julián Heredia es un gran subestimado, Ojalá que pronto llegue el momento en que ocupe el sitial que se merece entre las grandes figuras de nuestro béisbol.

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