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PRIMER ROUND

Esas revanchas son las mismas de siempre

El boxeo de paga es delatado por su nombre, el profesionalismo es negocio, es un mercado de ofertas y demandas innegable, por encima del espectáculo, de los récords y cualquier otro elemento “importante”.

Eddy Montero Méndez, de Gazcue, nos pregunta en un e-mail: “Mr. Adames y esa revancha, nadie sabía nada, por qué nuestra campeona La Loba tuvo que ir allá otra vez, le hicieron como a Teo Cruz? Él se refiere a la derrota a los puntos de Oxandia Castillo en Costa Rica, en el fin de semana, ante la ídolo local Hanna Gabriel a quien había humillado en 2013 para arrancarle la faja por nocaut.

Sí, fue algo sorpresivo, yo sabía algo porque Freddy Núñez, representante de la OMB en el país me comentó sobre esa revancha, pero que la dominicana inicialmente rechazó una oferta y trancó las negociaciones; al parecer luego se pusieron de acuerdo, pero no avisaron la oficialidad del encuentro, algo que no me sorprende en este deporte a nivel local; no se la edad de nuestro lector, pero relaciona a Oxandia con Teo Cruz, el primero de nuestros campeones, yo apenas caminaba para entonces, en realidad el pionero no hizo revancha con Carlos Ortiz, el gran monarca boricua que destronó; la revancha fue ante Mando Ramos, el californiano ante el cual retuvo su cetro ligero a los puntos; dicen que el promotor de Ramos vio que las piernas del dominicano se flojaron con algunos impactos del retador en la parte postrera del combate. Lo que le llevó a ofrecerle otra vez una bolsa de 60 mil dólares para que le diera del desquite, y allí quedó la faja del dominicano, mas por una herida que por caídas.

PATO ASADO: Teo le ganó a Ramos y por una bolsa así hoy podría volver, era un buen negocio para entonces; ahora hay que ver ¿por qué? César –El Patico- Polanco tuvo que volver a Indonesia al desquite con el ex campeón supermosca FIB, Ellyas Pical, quien lo fulminó por una bagatela; este tipo de entreguismo de fajas mundiales en el boxeo dominicano también registra la “tragicomedia” de Luis –Cucuso- Santana y el mejor peleador libra por libra de entonces, el gringo Terry Norris, quienes tuvieron que hacer una serie de tres combates ininterrumpidos: Todo inició cuando con un año exacto de retiro, en México, “Cucuso” se metió al ring de sustituto ante Norris en busca de unos pesos, pero encontró un golpe ilegal en la nuca y se sacó la lotería, no importaron los gritos e improperios de José Sulaimán, presidente del CMB, hasta que no logró la descalificación del gran campeón el dominicano no se levantó de la lona, mejor inició un sueño casi con ronquidos, noviembre de 1994.

La revancha fue directa y la furia de Norris también, en un pequeño medio giro, claro que programado por el romanense, el norteamericano volvió a golpear ilegal y se repitió el libreto de la película de manera fiel en abril de 1995, en Las Vegas: las malapalabras de Sulaimán, el sueño ‘Cucuso’ y la descalificación.

Ya todo parecía otra cosa: un ídolo desequilibrado, fuera de control, ante un “payaso” que hace llorar a todos cuando le levantan la mano en señal de victoria… Y claro, vino la tercera pelea corrida, también en Las Vegas, en agosto de 1995, el referí Joe Cortez, Norris, los jueces, hasta el público y ¡claro!, también Cucuso, sabían que el dominicano tenía que perder de alguna forma, por lo cual todo lo que hiciera el norteamericano era válido y el dominicano, si inventaba cualquier argumento sufriría en su contra la descalificación.

El evento fue salvado por un sicólogo que puso “relace” a Norris y con su buen boxeo noqueó con facilidad a Cucuso en el segundo asalto y recuperó el cetro medio Jr. CMB con limpieza y belleza.

ACERO Y EL VIEJO: El gran esgrimista del ring, Héctor Acero sorprendió al mundo derribando a Harris Patterson y arrancándole la faja supergallo CMB y luego la mantuvo ante Julio Gervacio, pero había un compromiso con Daniel Zaragoza a quien dominó, pero una caída fue aprovechada para “empatar” la confrontación y provocar una revancha “mandatoria”, en la cual con menos méritos, sin caída a su favor y en cambio, mal herido en el rostro, le dieron la faja al zurdo chichimeca.

Julio César Green destronó en el Madison Square Garden a William Joppy en agosto de 1997 y de manera directa le entregó la faja de peso mediano AMB en Tampa en 1998; reconquistó la faja en febrero de 1999 de forma interina y otra vez en el Garden, noqueando en el noveno al australiano Darren Obah… pero tuvo que entregársela en septiembre de ese año a Joppy, en MCI Center, en Washington, en una pobre demostración de Green de solo 7 asaltos. Esa faja nunca fue del dominicano, tenía su dueño en el norte.

LOS NUEVOS: La nueva generación de managers y promotores también registra esa práctica de llevar a revanchas forzosas a nuestros campeones, aunque con el “potencializado” Argenis Méndez cualquier rival era fuerte, el sanjuanero fue la antítesis de un campeón de cualquier nivel en que usted quiera colocarlo, y tras ser fulminado por el cubano Rances Barthelemy en su segunda defensa de su corona ligero Jr. FIB (no le dieron la corona por dar un golpe después de la campana) al dominicano lo llevaron de nuevo a ese sacrificio; en el desquite emplumó como un caballo bronco, superveloz, y Barthelemy obtuvo un triunfo zapatero al ganar todos los rounds.

Lo penoso ocurrió con el rey gallo AMB-IBO Juan Carlos Payano tras derrotar a una ‘viga’ del ring, un marañero de la calidad del panameño Anselmo “Chemito” Moreno, le preparan una enojosa y peligrosa primera defensa con el olímpico Rau’shee Warren, ante quien triunfó con una microscópica diferencia en una decisión dividida… ¿Que ocurrió luego? ¡Vino la revancha! Y aunque contendiendo con mucha gallardía, el dominicano fue destituido del trono por Warren.

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