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SEMBLANZA

“Don Pepe”, un enamorado de la familia, el Licey y RD

José Manuel Busto Fernández, a quien está dedicado el torneo de béisbol profesional otoño-invernal de República Dominicana que iniciará esta noche cuando los Tigres del Licey reciban a las Águilas Cibaeñas en el Estadio Quisqueya Juan Marichal, se integró al principal pasatiempo del país en la década del 70.

“Don Pepe”, como mayormente se le conoce en los ámbitos deportivos, empresarial y familiar, nació en Cabranes, Asturias, España, el 10 de mayo de 1937, fruto del matrimonio de María Luisa Fernández Monestina y José Busto Rivero.

A muy temprana edad emigró a este país y con gran orgullo se siente el más dominicano de todos los españoles.

Padre de siete hijos y un queridísmo abuelo de 13 nietos.

Un amante del deporte en general, pues desde la infancia, como buen español, practicaba fútbol y el ciclismo de montaña.

Luego llega a la República Dominicana y conoce el béisbol, deporte que lo marcaría profundamente y que más tarde hizo que incursionara en las actividades deportivas.

Comenzó en el Licey en la década de los 70 sirviendo como vocal en la presidencia de su amigo Domingo Ernesto Pichardo (“Monchin”).

Luego de eso regresa a la directiva en el período de 1997-1998 como Tesorero y desde ese momento se entregó en cuerpo y alma a la causa liceísta.

Desde el 2005 al 2011 presidió al Club Atlético Licey y considera esa etapa de su vida como una de las más fructíferas, pues le permitió llevar al mismo del coma económico a lograr una solvencia envidiable.

A él se le atribuye el mérito de haber logrado el espectacular acercamiento que hoy el popular equipo con la población a través de una dinámica y activa labor social.

Siempre preocupado por el futuro de los Tigres, “Don Pepe” se esmeró en reclutar el mejor material nativo en los “drafts” para asegurar el futuro de “El Glorioso”.

Busto Fernández firmó el contrato de patrocinio más grande de la historia deportiva del país (unos 125 millones de pesos por tres años con una marca cervecera), lo que aseguró una solvencia económica envidiable para el manejo del club. Trabajador incansable, innovador y visionario, bajo sus tres períodos presidenciales tuvo la dicha de dejar obras de gran importancia como son: a)- Construcción de palcos corporativos.

b)- Venta de abonos por adelantado, lo que permite entradas económicas por encima de los 12 millones de pesos antes de iniciar la temporada, c)- Entrega de anillos de campeones (dos veces durante su gestión).

d) El arreglo del club-house y dogout que hoy están por encima de todos los existentes en el país.

e)- La pantalla gigante del Centerfield, sin lugar a dudas una referencia de modernidad tecnológica en los estadios del área.

f)- El regadío automático del Estadio con el objetivo de conservar siempr en óptimas condiciones el terreno de juego.

g)- La remodelación total de las oficinas administrativas (presidencia, operaciones de béisbol, empleados, etcétera).

h)- Una nueva planta eléctrica, nuevo minibús y la instalación de un ascensor.

i)- La tienda de artículos promocionales ‘Tiger Shop”.

Por su productiva trayectoria deportiva, “Don Pepe” tuvo el honor de ser condecorado en el año 2007 por el presidente Leonel Fernández Reyna como un reconocimiento a sus aportes al béisbol local.

No obstante, sin lugar a dudas saltan a la vista como sus mayores logros al frente de su querido Licey el haberlo llevado a conquistar tres coronas, que fueron las de campeón en las temporadas de 2005-2006 y 2007-2008, así como la de submonarca en la Serie del Caribe de 2006, que tuvo lugar en las ciudades venezolanas de Valencia y Maracay.

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