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TRIPLE TEAM

De Peralta a Teruel pasando por Hasbún

Cada cierto tiempo, con la gracia de Dios, surgen personajes que, sin estar obligados, se constituyen en especies de “salvavidas” del deporte, en especial del baloncesto.

Uno de los últimos ha sido el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, quien ha asumido la tarea de agenciar recursos para los torneos superiores que se celebran en el país.

Recientemente fue reconocido por la Federación Dominicana de Baloncesto por su respaldo a la disciplina en el marco del Centrobasket U-17 celebrado la semana pasada.

Y que bueno que dentro del gobierno alguien se preocupe por completar los recursos que hacen falta para canalizar los deseos de que el deporte cuente con el apoyo que merece.

Pero tiene una inmejorable oportunidad, desde su alto puesto gubernamental de “tomar el toro por los cuernos” y de una vez propiciar que el Estado Dominicano dote a sus ciudadanos de un presupuesto digno en materia de deportes.

El deporte ha sido menospreciado, históricamente, por los gobernantes que han dirigido al país.

El deporte es la mejor punta de lanza con la que cuenta una nación para, a través del mismo, llevar educación, salud y hasta trabajo a sus gobernados.

Solo hace falta una verdadera voluntad política, un plan no en papeles si no en los hechos y una limpia administración de los recursos económicos y humanos. Una especie de “Quisqueya Deportiva” sería algo que nunca se ha hecho.

Teruel y Abadina Con voces a favor y en contra, el profesor Fernando Teruel ha asumido el reto de sustituir al periodista José Monegro al frente de los destinos de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA).

Teruel es uno de los técnicos más reputados y respetados en la historia del deporte del aro y el balón con una experiencia invaluable. Su dossier es digno de un Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

Sin embargo muchos considerar que más que un técnico, el baloncesto distrital necesita un gerente que prosiga el trabajo de Monegro, quien ayudó a levantar al buque insignia del basket capitalino: el torneo superior.

Y en muchos sentidos es atendible la preocupación pues el profesor Teruel no cuenta con ese perfil.

Aunque por otro lado también es cierto que el baloncesto distrital no es SOLO el superior y necesita de un técnico de la capacidad de Teruel para revitalizar sus categorías menores que se han quedado atrás con relación al pasado y a otras asociaciones del país.

Y en ese aspecto es que puede surgir la figura del productor televisivo Fernando Hasbún, un “fiebrú” del deporte del aro y el balón.

A falta de Monegro, quien desde su dirección ejecutiva del periodico El Día sirvió para asegurar los recursos para el exitoso montaje de los torneos superiores de 2016 y 2017, Hasbún sería el sustituto ideal, cual sexto hombre del año, por su amor a la disciplina y sus relaciones con los medios y círculos empresariales.

Desde ahora sería el más indicado para asumir las funciones como presidente del Comité Organizador del próximo torneo superior dejando al profesor Teruel concentrado en las labores de rescatar las categorías formativas en ambas ramas.

FASTBREAKS.- Como respuesta a algunos amigos y seguidores, la columna TRIPLE TEAM en esta ocasión se embarca en la difícil tarea de confeccionar un quinteto ideal de los refuerzos que han visto acción en el histórico torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional.

Armador. Roderick Blakney. No fue el más espectacular ni el más rápido. No imponía su físico ni su estatura (6-1, 185 libras), pero si era muy efectivo y eficiente.

Finalistas: Jerry McCollough, Vernon Moore, Perry Moss y Dirk Minninfield.

Defensa Tirador. Leroy Jackson. Lo hacía todo en la cancha. En 1994 fue una de las piezas claves en el campeonato ganado por Los Prados. Fue cuarto en anotación (17.5 ppj), cuarto en rebotes (6.2 rpj) y quinto en asistencias (2.1 apj).

Finalistas: Darren Henrie, Stephen Jackson, Anthony Tolbert y Wesley Correa.

Delantero rápido. Eugene Richardson. Fue corazón, alma y vida de las versiones campeonas del club Mauricio Báez en 1984, 1985 y 1986. Conquistó en dos ocasiones el premio de Jugador Más Valioso (1981 y 1982).

Finalistas: Mike Britt, Lewis Geter, Willie Glass y Marshall Wilson.

Delantero de poder: Marcellous Starks. Fue MVP en 1983 cuando tuvo promedios de 28.7 puntos y 11.9 rebotes con 67 por ciento desde el campo y 81 por ciento en lances libres.

Finalistas: Willie Jones, Donald Royal, Marcelo Nicola y Mike Robinson.

Centro: Ed Johnson. Fue el Jugador Más Valioso en el torneo inaugural (1974) con averages de 30.7 puntos y 17.3 rebotes con 59 por ciento en acierto de campo.

Finalistas: Nate Granger, Jim Maldonado, Mario Butler y Eddie Elisma.

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