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CON LOS CAMPEONES

Ídolos con pies de barro

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Mario Emilio GuerreroTweeter: @megkrantz

Que la mayoría de los políticos incurre en actos de corrupción en el desempeño de cargos gubernamentales, es una creencia generalizada. Por esa razón, muy poca gente se sorprende cuando la prensa publica que un grupo de funcionarios fueron sometidos a la justicia por recibir sobornos para favorecer a una determinada empresa en la licitación de una obra, por mal manejo de los recursos estatales o por cualquier otra fechoría. Se podría decir que ese es el pan nuestro de cada día. Aunque no ha estado exento de la comisión de acciones dolosas, sorprende el nivel de descomposición que exhibe el movimiento deportivo en los últimos tiempos, siendo el deporte una actividad que promueve los principales valores del ser humano.

Evasión fiscal

Al dopaje, los sobornos, el arreglo de partidos y el enriquecimiento ilícito por parte de dirigentes inescrupulosos, ahora se agregan los delitos de evasión fiscal en que han incurrido grandes estrellas del fútbol mundial como Neymar, Leonel Messi, Cristiano Ronaldo, Javier Mascherano, Ángel DiMaría y muchos otros. Las páginas deportivas de los diarios, en lugar de destacar las hazañas de estos ídolos del deporte, han tenido que enfocarse en reseñar sus problemas legales. El entrenador José Mourinho y el agente de jugadores Jorge Mendes, también tienen cuentas pendientes con la justicia por iguales motivos.

Práctica extendida

Eludir las obligaciones impositivas sobre sus ganancias millonarias, es algo que muchos deportistas de élite han tratado de hacer en todas las épocas, pero nunca de forma tan frecuente como ocurre actualmente. Años atrás, Maradona, Luis Figo, el padre de Stefi Graf, Boris Becker, Arantxa Sánchez y más recientemente Samuel Eto’o y Valentino Rossi, entre otros, han sido condenados por evasión de impuestos y se han librado de ir a la cárcel por muy poco (con excepción de Peter Graf, que debió purgar una condena de 3 años y 9 meses de prisión).

Subterfugios legales

Como resulta casi imposible dejar de pagar los impuestos por concepto de los salarios que reciben, a través de los contratos que firman con los clubes en que juegan, los atletas buscan el modo de no tributar por lo que ganan por concepto de publicidad y derechos de imagen. Para ello sus asesores apelan a diferentes subterfugios, como crear empresas en paraísos fiscales, declarar menos ganancias, nombrar testaferros, en fijar residencia en otro país con bajos impuestos, por ejemplo Andorra y el Principado de Mónaco, o aprovechar vacíos legales que permitan la elusión fiscal.

Mensaje negativo

Lo penoso es el mensaje negativo que encierra este tipo de acciones, pues cuando la gente se percata de que sus héroes deportivos se comportan de esta manera, la decepción es enorme y piensa que todo el mundo incurre en engaños y triquiñuelas para salirse con la suya. Se trata de individuos seguidos y admirados por millones de personas por sus hazañas deportivas, que al final resultan ser un verdadero fiasco, pues estamos hablando de atletas que devengan sumas exorbitantes, que aun cumpliendo con sus responsabilidades contributivas, tienen dinero de sobra para vivir holgadamente, ellos y varias generaciones de sus familias.

Falsos ídolos

Si a los evasores fiscales agregamos los casos de competidores que usan sustancias prohibidas para aumentar el rendimiento y las componendas para amañar resultados de partidos, llegamos a la conclusión de que los atletas, con honrosas excepciones, no pueden servir de ejemplo para la niñez y juventud. Muchos, por no decir la mayoría, son ídolos con pies de barro, que se desploman ante la opinión pública por sus conductas reñidas con las normas de la educación y las buenas costumbres y por sus vicios.

Enseñanza

Tenemos el deber de inculcar a niños y jóvenes que tener fama y dinero no lo es todo, que un deportista destacado, lo mismo que cualquier ciudadano, tiene que ser respetuoso de las leyes y de la convivencia en sociedad. Que ser rico y famoso no le otorga una licencia para hacer lo que le venga en gana y saltarse las normas más elementales. Enseñarles que pueden admirar a un atleta por sus proezas en el terreno de juego, pero sabiendo que es un ser humano con sus virtudes y defectos.

Verdaderos modelos

La única vez que he estado de acuerdo con Maradona, el antiguo astro del fútbol argentino y mundial, convertido hoy en la antítesis de lo que debe ser un deportista ejemplar, fue cuando, en una visita a España hace varios años, aconsejó a un grupo de jóvenes y niños a que vieran a sus progenitores como sus modelos a seguir y no a deportistas sobresalientes Una gran verdad de Maradona, expresada dentro de sus pocos momentos de lucidez, que bien puede servir para reclamar a padres o tutores que lleven una conducta ciudadana intachable, de manera que sus hijos sepan que los verdaderos ídolos se encuentran dentro del propio hogar.

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