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BALONCESTO SUPERIOR

San Lázaro, una mezcla de veteranía y juventud

PROBLEMAS ECONÓMICOS LE LLEVARON A UNA MALA CAMPAÑA EN EL 2016

Jack Michael Martínez entrena junto a un grupo de jugadores de San Lázaro en el techado del club, en el sector Jobo Bonito, con vistas al torneo superior distrital.

Jack Michael Martínez entrena junto a un grupo de jugadores de San Lázaro en el techado del club, en el sector Jobo Bonito, con vistas al torneo superior distrital.

Al Derrick Baker López, el nuevo dirigente de San Lázaro, le gusta la mezcla de jóvenes y veteranos jugadores que tendrá en sus manos en el próximo torneo superior de baloncesto distrital.

“Tenemos muchos muchachos jóvenes. Disfruto trabajar con ellos”, manifiesta previo a un juego de fogueo que habría de celebrar ese club en su techado de Jobo Bonito contra Bameso. “Me gusta la mezcla de veteranos con la juventud”.

Eduard de los Santos, un pequeño delantero de 6´5 de estatura, y Edgar Tejada, un defensa-tirador de 6´1, saltan a la vista en el grupo de nuevos talentos del equipo.

La participación del primero en el pasado torneo se limitó a 38 minutos y a 62 el segundo.

No obstante, ambos fueron piezas claves en el título obtenido por San Lázaro en el torneo presuperior pasado.

Regreso de una figura El veterano centro y delantero de poder Jack Michael Martínez está de regreso al club con el que irrumpió a nivel superior en el 1999. Al año siguiente conquistó los premios de Novato del Año y Jugador Más Valioso.

A sus 36 años y un sobrepeso (260 libras) que espera reducir a 255 para el día 15, cuando habrá de comenzar el evento, Jack Michael está empeñado en demostrar que queda gasolina en el tanque.

“Siempre ha habido gasolina en el tanque”, declara conciente de que estará uno de los focos de atención de un evento que carece de figuras.

“Qué mejor escenario que este torneo para demostrarlo y para ayudar a San Lázaro a ganar el título. Me siento bien comprometido con el club”, expresa el rebotero de 6´8 de estatura, quien no veía acción en el circuito desde el 2013, cuando vistió la franela del San Carlos.

Jack Michael y el armador Erick Merán, quien promedió 11.0 puntos y 3.2 asistencias por juego tienen la encomienda de marcar el camino a los jóvenes del club.

“Ellos nos están ayudando mucho, ayudando a los muchachos a dominar los sistemas”, manifiesta Baker López, quien es asistido por Carlos Germán y Kelvin Castro.

El grupo de nativos lo completan el veterano Hansel Slavador, Omar Cordero, Wagner Díaz, Luis Duluc, hijo del ex baloncestista lazareño Johnny Duluc, Diógenes Paredes y Carlos Henríquez.

Fernando Gómez, el gerente general del San Lázaro, declaró que se reforzarán con dos importados conocidos en el circuito.

Anticipó que se trata de un delantero de poder, de buena defensa aérea y con mucho conocimiento del juego, así como un tirador que puede desempeñarse en las posiciones 3 y 2.

San Lázaro estará nuevamente en el Grupo A junto a los clubes Rafael Barias, El Millón y Los Prados.

En la edición del pasado año terminó en el sótano con registro de dos victorias y ocho reveses, más por problemas económicos que por falta de calidad.

Gómez, en su primer año como gerente del emblemático conjunto lazareño, confía en que ese factor no será un obstáculo esta vez para poder alcanzar la corona número ocho en la historia del club.

Los equipos San Carlos, Bameso, Huellas del Siglo y Mauricio Báez, conformarán el Grupo B.

El dirigente Derrick Baker López muestra el esquema ofensivo de la próxima jugada en un partido de fogueo contra Bameso.

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