Faltan señalizaciones en inglés
Unos seis millones de turistas nos visitan cada año, y la mayoría proviene de países cuya lengua es el inglés o que al menos dominan este idioma si no es el propio.
Pese a esta presencia tan notoria, llama la atención la falta de rótulos o señalizaciones en inglés en las vallas que ofrecen nombres o indicadores de lugares en las zonas turísticas del Este y del Norte, para la mejor orientación de estos visitantes extranjeros.
En las grandes capitales del mundo, como Beijing y Moscú, los nombres en inglés aparecen acompañando a los del idioma mandarín o ruso en las señalizaciones de carreteras, en mapas de intersecciones y en los lugares de interés, de modo que los extranjeros sepan hacia donde van o adonde llegan.
Estos son los pequeños detalles en los que a veces no reparamos, pero en los que tenemos que pensar cuando, por ejemplo, comiencen a llegar turistas chinos al país para no dejar totalmente la responsabilidad de direccionarlos en guías o traductores, tanto de inglés como de mandarín, según sea la necesidad.
En el caso de la capital, contamos con un atractivo punto turístico: la Ciudad Colonial.
Allí tampoco se aprecian rótulos en inglés para facilitar la movilización de los turistas de habla inglesa o de otra lengua, pero que manejan el inglés.
Se pierde así la oportunidad de ubicarlos o enseñarles los nombres o la data de lugares emblemáticos por su importancia o antigu¨edad.
En San Millán de la Cogolla, cuna del idioma castellano, en La Rioja, España, no es raro ver letreros que indican “Stop” para advertir a los que solo hablan inglés de que deben detenerse en un cruce o intersección vial, o en las rutas hacia sus más importantes destinos turísticos.
Aquí todavía no nos hemos puesto a la altura del cosmopolitismo de nuestras zonas turísticas en este sentido, pero tenemos tiempo de subsanar esta falla.