China y RD, las bases de un ganar-ganar (1)
El Director del Listín Diario Miguel Franjul, estuvo en China hace 14 años y tras esa visita escribió tres editoriales proponiendo el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ese país y la República Dominicana. Ahora, al regresar de un reciente viaje a China, estas son sus impresiones.
Gracias a su sólido posicionamiento en la economía mundial, China representa para la República Dominicana una formidable cornucopia de oportunidades para ensanchar sus intercambios comerciales y atraer parte de las inversiones que el gigante asiático ha estado colocando en la América Latina, que montan más de 90,000 millones de dólares.
Por eso, ha resultado un acierto la decisión dominicana de formalizar sus relaciones diplomáticas con China, nación que desde hace muchos años ha considerado a nuestro país como su potencial mejor socio en el Caribe para el abastecimiento de minerales, productos metalúrgicos, farmacéuticos, agrícolas, piedras calizas, mariscos y frutas.
Sin haber establecido esos lazos diplomáticos, ya China disponía de un portafolio de 25,000 millones de dólares para invertirlos en proyectos de desarrollo e infraestructuras turísticas y energéticas, siguiendo un patrón que le ha abierto los mercados de los países latinoamericanos con los cuales mantiene relaciones diplomáticas, disputándole primacía e influencia a los Estados Unidos y a naciones europeas.
El intercambio comercial, que había superado al 2017 los 2,000 millones de dólares, pero deficitario para la República Dominicana, puede registrar cambios significativos en el futuro en la medida en que República Dominicana pueda cumplir las exigencias fitosanitarias y de calidad en los distintos rubros que puede comercializar en China.
Pero el país tiene otras opciones para mitigar esa relación deficitaria si propicia, por ejemplo, un tratado de libre comercio, en líneas semejantes al que Panamá, que apenas tiene un año de haber establecido sus relaciones con China, acaba de suscribir, en el que se fijan tasas arancelarias preferenciales de mutuo beneficio.
Aun cuando un objetivo de esta naturaleza no esté tan cerca en el tiempo, pues todavía los dos países tienen que poner a prueba los compromisos que asumirán tras la visita oficial del presidente Danilo Medina a Beijing, antes de que concluya el año, el solo hecho de que se suscriban acuerdos de inversiones en proyectos de viviendas, hidroeléctricas y una planta de incineración de residuos, abre el camino a una relación de socios más venturosa.
Independientemente de la velocidad que puedan aplicar al cumplimiento de esos acuerdos de futuro, las ventajas objetivas que sacará la República Dominicana provendrán, inicialmente, de los flujos turísticos chinos, que solo el año pasado movilizaron a más de 130 millones de ciudadanos por todo el mundo, mayoritariamente en la región asiática, por ser más cercana, y en Europa.