Aterrizando en la modernidad
Los renovados planes de estudios de las facultades de Comunicación Social del país apuntan ahora hacia la formación de periodistas multimedios, ensanchando así los horizontes del nuevo modelo de periodismo que ha creado la democratización de la información por medio de la internet.
Preponderantemente, el anterior modelo ponía todo el énfasis en la prensa impresa y en la medida en que la radio y la televisión se integraban al periodismo, sin abandonar sus fuertes pilares en el entretenimiento, las escuelas fueron incorporando especializaciones en estas últimas plataformas.
Con la llegada de la era digital y el surgimiento de redes sociales que ofrecen un " periodismo todo Incluido", las facultades han ampliado el menú de las opciones para formar al periodista multimedios, ahora con más destrezas tecnológicas y más campos comunicacionales.
Es así como abren el espectro curricular para que el conocimiento de técnicas para el diseño de sonidos, edición y montaje fotográfico y video gráfico, medición y psicología de las audiencias digitales, cine,documentales,tele periodismo y radio periodismo se entronquen con el aprendizaje de las reglas del periodismo, tanto en los impresos como digitales.
Es lógico que este sea el formato de los nuevos planes de estudios, ya que en el caso particular dominicano el 98 por ciento de la población se entera de las noticias por vía de los medios audiovisuales, aparte de que existe ahora una interacción mayor entre el emisor y el receptor que muchas veces determina el nivel de atención y cobertura de un acontecimiento dado.
En la medida en que las salas de redacción de los medios tradicionales se transforman en multimediaticas, nuevas figuras entran en ellas, como los programadores, analistas y monitores de audiencias, investigadores, diseñadores digitales y la misión de formarlos corresponde a las universidades o institutos que imparten la carrera de Comunicación Social.
La nueva camada que está surgiendo de ellos tiene ya demanda en estos medios, lo que supone un reto para aquellos veteranos forjados en el esquema del periodismo impreso, que están forzados a renovarse y reinventarse...o desmontarse del tren de la modernidad.
Para estos últimos, es vital que asuman y se identifiquen con el cambio con la misma pasión y ardor con que han ejercido el periodismo tradicional, ya que las nuevas realidades del mundo de la información y la comunicación así lo exigen.