Monte Grande, la larga espera

Que esta vez no sea un anuncio más, para despertar expectativas fallidas. Que no sea un fi asco que remarque el olvido del Suroeste.

Que la presa de Monte Grande sea defi nitivamente construida para que con ella hinquemos el pilar del desarrollo del profundo Sur, que demasiado tiempo ha esperado por su redención.

Nos alegra que el presidente Danilo Medina, sureño como el más de millón y medio de dominicanos nacidos en esa hermosa pero empobrecida región, ha ordenado terminar la construcción de la presa en 30 meses, comenzando los trabajos en enero.

El anuncio lo ha hecho, en una entrevista con el LISTÍN DIARIO, el ministro de Hacienda, Donald Guerrero, a quien le tomamos la palabra, letra por letra, para no desmayar en el monitoreo del trabajo ordenado por el Presidente.

Se trata de una de las obras más trascendentales porque no solo protegerá y aprovechará un recurso tan esencial, como el agua, la panacea a la crisis del abastecimiento doméstico y agrícola del Suroeste, sino porque será una importante fuente de generación de electricidad.

Sin agua, el Suroeste no podrá avanzar jamás en otras direcciones, y esto solo lo resuelve la presa de Monte Grande, que garantizará riego para más de 400 mil tareas ahora infértiles en las provincias de Bahoruco, Independencia, Pedernales y Barahona.

Esta obra servirá como una barrera de prevención a las inundaciones que ocasiona el Lago Enriquillo y el río Yaque del Sur en su cuenca baja cuando suben de nivel, al tiempo que minimizará el problema del agua que se pierde por el mal estado de los canales de irrigación que se surten de la presa de Sabaneta.

Esta presa de Monte Grande está llamada a ser la espina dorsal del desarrollo agrícola y pecuario de esta subregión y la garantía de un proceso de desarrollo sostenible.

Monte Grande es el auténtico eje que permitirá que giren los demás proyectos de desarrollo turístico, industrial y agropecuario que se han contemplado para esa región en este tiempo que el propio presidente Medina ha llamado, “La hora del Sur”.

Enhorabuena este anuncio, ya que no debemos pasar por alto que sin el agua almacenada y distribuida por Monte Grande el Suroeste no podría enfrentar los previsibles efectos del cambio climático, como las severas sequías y las altas temperaturas que, de hecho, han sufrido año tras año, atascando sus niveles de producción y productividad en todos los sentidos.

Que este anuncio se convierta en la cristalización del gran sueño del Suroeste, no en otra nueva pesadilla de la frustración.

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