Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Lectores de paso

Las mediciones de tiempo de lectura en las redes demuestran que el “enganche” del usuario con los contenidos apenas supera pocos minutos, un período demasiado corto como para sentirse cabalmente informado de una realidad.

Una reciente investigación de Charbeat, una empresa que registra el tráfico web en tiempo real, afirma que “la mitad de los visitantes que hacen clic en un artículo apenas leen lo que aterrizan” y que el 45 por ciento de esos lectores “pasa menos de 15 segundos en la página” a la que ha tenido acceso en la web.

De ahí que los mayores esfuerzos de los periódicos digitales se enfocan hacia la búsqueda de alternativas que permitan que los lectores permanezcan más tiempo de lectura, vuelvan sobre otros contenidos en la página de entrada o “Homepage” y consoliden su lealtad al sitio.

Es por eso que ahora se recurre con más frecuencia y sistematicidad al uso de vídeos y gráficas animadas, haciendo que los lectores dediquen más tiempo a las “noticias visuales” que a las de texto, sobre todo si trasmiten acontecimientos en vivo en los que las imágenes dicen más que las palabras.

Este recurso “engancha” más fuerte que los demás, siempre que el contexto de la realidad así lo favorezca. No quiere decir que todo amerite soporte de video. Hay noticias que es mejor leerlas en su texto para mejor asimilación del mensaje o de los datos que aporta.

Además, las mediciones de Charbeat han demostrado que inclusive para el caso de los vídeos hay tiempos promedio de visualización, es decir, que tienen altas y bajas audiencias dependiendo del tema que este cubriendo. El “enganche” es variable.

Eso ha quedado demostrado en muchos acontecimientos noticiosos que se han producido en el país y que han capturado magníficamente la atención del público. Pero al igual que en el caso de los textos, los usuarios de ambos formatos siguen siendo viajeros de paso.

El enorme volumen de información de texto, video e imágenes en las redes no permite que un usuario tenga ni tiempo ni estómago para tragar y digerir tanta información, porque perdería la dinámica misma de esas plataformas, lo que indica que en muchos casos lo que ingiere no le basta mucho para entender y discernir sobre la realidad frente a la cual está.

Si tiene la mala suerte de que lo que muchas veces le brindan las redes sean noticias falsas o bajo sospechas de ser inciertas y no creíbles, entonces es un candidato a la intoxicación noticiosa que le crea la virtualidad, no la realidad misma.

En el empeño de evitar que estos nocivos elementos provoquen un descrédito mayor en las noticias digitales, grandes compañías tecnológicas y proveedores de contenidos y de aplicaciones están creando los antídotos de lugar para identificar noticias falsas, fotos truqueadas o plagiadas, contenidos insultantes y suplantación de cuentas.

Aunque el reto mayor es buscar la fórmula de que los que ingresen a la red, ya sea direccionados por los grandes proveedores, o los que se dirigen hacia los “homepages” de los diarios digitales que manejan los diarios impresos, no sean “lectores de paso” sino fieles compañeros de camino.

Esa es la ventaja indisputable que tienen los diarios impresos, difícil de ser sustituida o aminorada por las redes.

Tags relacionados