El Pentágono mediático

La historia de los medios dedicados al periodismo es la de una continua aplicación de nuevas tecnologías e innovadoras formas de asegurar su sostenibilidad financiera, para no quedar rezagados en la carrera de la competitividad.

Cada vez que ha asomado, con gran potencial, una tecnología que promete atraer y mantener amplias audiencias, los medios buscan la manera de fortalecer sus posicionamientos y, en la medida de lo posible, a ensamblarse con esas tecnologías y modelos de negocios.

Este proceso es lo que ha devenido en la multimedia, es decir, en el entroncamiento de distintas plataformas en una sola, como acontece en especial con los medios impresos que a su vez manejan canales de radio, televisión y plataformas digitales desde un centro de mando integrado.

Le llamo a esto el Pentágono mediático, el nuevo signo de la era de las comunicaciones sociales.

Cada una de estas plataformas se alimenta mutuamente de los insumos que cada una en particular maneja y crean un mecanismo de distribución que ofrece a los usuarios o clientes un campo de audiencia mayor al que estas individualmente alcanzan.

Los lectores de un impreso, satisfechos con el nivel de calidad, objetividad y veracidad de sus contenidos, siempre confiaran en la plataforma digital de ese diario, que la verán como una continuidad de la fuente principal, en la que han depositado fidelidad por muchos años.

Sin que cada plataforma pierda sus propias cualidades o públicos, el modelo multimedia fomenta una especie de balance positivo entre la información textual, visual u oral, y con esta confluencia de herramientas le ofrecen a sus usuarios una especie de " todo incluido" en el menú de sus preferencias.

No se trata de apabullar una plataforma en específico, debilitándola, anulándola o sustituyéndola, sino todo lo contrario.

De hecho, ninguna de las plataformas tradicionales ha sucumbido ante otras. Al reinventarse, logran remontar y librar buenas batallas en los nuevos escenarios que se abren con los cambios.

Que unas atraigan más audiencias que otras no significa que la naturaleza de sus contenidos tenga que variar forzosamente, solamente por nadar más de prisa en la carrera de la competitividad o el posicionamiento.