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SEMBLANZA

A la memoria del ingeniero Juan Bernal, un ser ilustre y visionario

Ingeniero. Juan Bernal (derecha), hombre enérgico y visionario, fue propulsor del desarrollo que hoy exhibe el ensanche Naco de la capital.

Ingeniero. Juan Bernal (derecha), hombre enérgico y visionario, fue propulsor del desarrollo que hoy exhibe el ensanche Naco de la capital.

El ingeniero Juan I. Bernal, de quien considero desde mi humilde apreciación, que si alguien merece un reconocimiento muy especial, así como una muestra de cariño hacia su memoria en República Dominicana es, como familiarmente le decían sus familiares y amigos, el ingeniero Bernal, don Juan Bernal.

Si hacemos un poco de memoria nos encontraríamos con que hay una serie de hechos y realidades que solo fueron posibles gracias a su visión, decisión y trabajo, que dieron inicio al crecimiento residencial y comercial de República Dominicana.

Hombre enérgico y de fijas y concretas decisiones, así como progresista y con gran visión de futuro y también por su buena costumbre de viajar, de manera especial a Estados Unidos, más concretamente a La Florida, fue allí donde encontró la fuente de inspiración en muchos de los proyectos que se desarrollaban en aquellos lugares, trasladando sus ideas y propósitos de desarrollo a República Dominicana, su tierra de nacimiento.

Fue ya adelantado a los tiempos, cuando construyó su residencia en la hoy avenida Tiradentes, en aquella época lugar totalmente apartado del núcleo general habitacional como lo eran Ciudad Nueva o Gascue. A este lugar, donde repetimos, fijó su residencia, atrajo también a conocidos y amigos, que fueron comprando solares y poco a poco construyendo en el mismo sector sus hogares. Funda posteriormente la Compañía Nacional de Construcciones, nombre que lleva hoy en día las siglas del mayor ensanche del perímetro central de la ciudad de Santo Domingo, conocido como ensanche Naco, ese es uno de sus primeros logros.

Cuando ya el citado sector va creciendo en habitantes, promueve la fundación del Club Naco, siendo precisamente su primer presidente, sociedad que hoy aglutina un gran número de socios, con instalaciones deportivas y sociales que son el pulmón de este importante sector.

A través de su desarrollo empresarial, crea una importante oficina de trabajo, en la cual, además de él como ingeniero, la integran una serie de profesionales (abogados, arquitectos, etc.) entre los que cabe destacar los arquitectos Amable Frómeta y Manuel Baquero; los ingenieros Eddy Brugal, Raúl Carías y Marcial Martínez; licenciado Ignacio González, entre otros; así como el doctor Eudaldo (Chiquitico) Troncoso.

En respuesta a las mismas inquietudes, su primer e innovador proyecto para la época fue el Auto-cinema Naco, cine al aire libre donde muchas familias podían disfrutar por unas horas dentro de su propio vehículo de una sesión de cine.

Posteriormente y contando con el apoyo de algunos amigos para la ocupación de áreas comerciales, se decide a construir el Centro Comercial Naco I, primer centro comercial de la República Dominicana, estamos hablando del año 1963, el mismo fue ocupado en su inicio, reitero, por negocios de personas cercanas a su entorno para almacenes, pero a través de ello se da inicio a una nueva etapa comercial en el país, siendo pionero don Juan I. Bernal Jiménez.

Otros proyectos vendrían después, como lo fueron el Centro Comercial Naco II, al otro lado de la avenida Tiradentes, donde muchos de nosotros iniciamos en aquella época nuestros negocios. En el mismo la novedad fue incluir un supermercado y una moderna sala de cines, bajo el nombre de Cine Plaza, donde se proyectaban las nuevas películas que venían al país; estos contaban con aire acondicionado y cómodos sillones, eran, en fin, lo más moderno de aquella época, cuyas salas ya contaban con pequeñas tiendas de servicio para quienes iban a estos lugares de esparcimiento.

Posteriormente, desarrolla la construcción, en el año 1969, del Edificio La Cumbre, siendo uno de los edificios más altos en nuestra ciudad, en el mismo se crea el Club de Ejecutivos; diríamos la base e inicio de lo que es hoy la Asociación de Empresas de República Dominicana. Para dar continuación a sus “sueños” y realizaciones, se decide en el año 1975 iniciar y llevar a cabo la construcción del más moderno y amplio centro comercial con amplias galerías como lo fue Plaza Naco.

El mismo dotado también con sus salas de cine, restaurantes y otras atracciones, donde las familias dominicanas podían distraerse paseando por sus instalaciones, que en su momento marcaron una época. Esos fueron proyectos pioneros hoy repetidos en muchos lugares de nuestra geografía, pero que se iniciaron adelantados a la época en este país, producto de las inquietudes del citado.

Sus deseos de desarrollo no se detienen, conforma un grupo, y por el número de residentes que ocupan el ensanche Naco se pone en ejecución Policlínico Naco, que después de un tiempo en funcionamiento pasa a ser propiedad de la Secretaría de las Fuerzas Armadas, siendo actualmente su hospital central, pues dado su complejo funcionamiento y falta de tiempo don Juan no puede seguir dedicándole el tiempo que éste le requiere.

Múltiples son los primeros edificios residenciales en el sector Naco desarrollados por su empresa, donde hoy residen cientos de familias y que han sido también el motor del desarrollo residencial y comercial en el área, la cual está dotada también para la seguridad de sus habitantes, con un cuartel de la Policía Nacional y parques diversos. Así mismo constructora Naco lleva a cabo en el mismo sector el desarrollo de modernos aparta-hoteles.

A fin de abastecer la enorme área de desarrollo en el que ha convertido en Ensanche Naco, por el cúmulo de visitantes nacionales y extranjeros, dedica su propia residencia como el primer hotel de toda el área, el Hotel Naco, posteriormente construye otro hotel anexo a Plaza Naco, como parte del terreno que correspondía al autocinema Naco, que hoy se llama Hotel Radisson.

Todo ello está rodeado de múltiples avatares y vicisitudes, pero ni los contratiempos frenaron la tenacidad de don Juan, ni le doblegaron en el fin de llevar a cabo los proyectos que iniciaba, marcando con ello una época en la historia del país.

Cabe también destacar que uno de los primeros supermercados de Santo Domingo, fue el Supermercado Bella Vista, ubicado en el mismo sector de Naco, al frente de donde funcionó en sus inicios la Compañía de Seguros San Rafael, estando también detrás de ello la misma persona.

El desarrollo residencial y comercial del sector fue concebido por el Ing. Bernal de manera que la zona contara con todos los servicios requeridos por una comunidad moderna, por lo que las casas, apartamentos y áreas comerciales contaron con un club deportivo y social, hospital, Iglesia/Colegio, supermercados, bancos, hoteles, estación de combustible, etcétera.

No conformándose con todo lo citado, continúa su incursión en el área turística, desarrollando junto a sus hijos dos hoteles en el área de Puerto Plata, también bajo los nombres de Hoteles Naco, los cuales han funcionado por muchos años bajo la dirección de su familia. Otro proyecto turístico próximo a San Pedro de Macorís, fue también de su iniciativa.

De la misma manera en la que se inició el desarrollo de Naco, comenzó un nuevo proyecto residencial llamado Villas Naco, lugar a donde cambia su residencia cuando decide convertir su anterior hogar, como ya se mencionó, en el Hotel Naco. Lo que puede considerarse además de importante también histórico, es que la orden de Carmelitas Descalzos, inicia su actividad en el sector como una pequeña Iglesia en la calle Rafael Augusto Sánchez esquina San Martín de Porres con dos miembros de su congregación, trasladándose posteriormente a donde hoy sigue funcionando esa importante institución como Iglesia Parroquial y colegio, y que tanto servicio ha prestado a toda la comunidad, como lo ha sido San Judas Tadeo, de donde con el paso del tiempo ordenan como Obispo a monseñor Amancio Escapa Q.E.P.D.

Con su iniciativa y preocupación se crea el Banco de Córneas, entre otras obras de bien social, a favor de los más desfavorecidos.

Don Juan Bernal, inquieto, tenaz y propulsor, que con sus defectos y virtudes como cualquier ser humano y a pesar de que en muchos momentos y situaciones diferimos, pero siempre le admiramos considerándolo justo merecedor por los dominicanos de recuerdo a su extraordinaria labor y su visión para el desarrollo social, económico y de progreso, por lo tanto, digno acreedor del mayor reconocimiento por su legado incalculable para el engrandecimiento de República Dominicana. Es por esto que considero sería de justicia, con el mayor respeto al nombre que hoy lleva la principal avenida de Naco, que debería llevar el nombre del Ing. Juan Bernal, a quien reitero es en principio la persona a la cual se le debe el indiscutible crecimiento del que puede considerarse como el centro neurálgico del país.

Con respeto y cariño a su esposa doña Josefina A. Franco vda. Bernal, a sus hijos Johnny, Dolly, Anthony y Liz.

M.L.C.

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