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DESARROLLO MEDIOAMBIENTAL

Lilas del ozama palían extrema pobreza

Con las plantas que se reproducen en los ríos, muchas personas muy pobres están sacando provecho para elaborar artesanías y contribuir con la mejora del medioambiente.

Con la mirada lejana y con una sonrisa que refleja su gran timidez, Francis Molina, muestra el resultado de una obra maestra elaborada con sus manos y el ingenio de toda una artesana. Sus labores manuales las hace con las plantas acuáticas, Lilas, que arropan los cauces y gran parte de los ríos Ozama e Isabela.

Con ese trabajo se gana algunos recursos económicos, porque cobra de manera simbólica por las horas impartidas a mujeres como profesora en muchos barrios periféricos, específicamente en aquellos donde vive la gente más pobre y carentes de un trabajo formal, aquellos que están ubicados en las orillas de los ríos Ozama e Isabela. Ellas también venden algunas de sus obras. Actualmente 309 familias se han involucrado en la recogida de la Lilas que luego lavan para quitarles el lodo y vuelven a lavar con cloro por espacio de varios minutos.

Francis asegura que muchas mujeres y jóvenes sin empleos se dedican a sacar las Lilas de los cauces de los ríos y con ellas elaboran artículos, cuyas ventas les ayudan a ellos a mejorar su condición de pobreza, como ocurre en los barrios de La Zurza, Las Malvinas, en Santo Domingo Norte; Capotillo, Los Tres Brazos, 27 de Febrero, La Ciénega, y Los Guandules.

Molina tiene experiencia en reciclajes y trabaja tejidos en Macramé desde hace 15 años. Esto le ha servido para incursionar en el reclicaje de materia orgánica y plantas como las Lilas. Dice que una mujer de nacionalidad cubana fue la propulsora de talleres para trabajar con Lilas, proyecto que tiene en operación desde hace unos ocho meses. Hoy día pertenece a una Asociación de Artesanos del Reciclaje.

Molina, al formar parte de la asociación de artesanos, está involucrada en un proyecto de emprendimiento que busca crear una cooperativa en los barrios de las orillas de los ríos, para que con esas malezas las personas puedan lograr recursos económicos a través de los artículos que tienen listos para ser vendidos a turistas, los mercados y también orientarlos a la exportación. Las Lilas se reproducen muy rápido y su eliminación quita contaminantes a los ríos, “porque un solo tallo produce dos millones de Lilas en dos o tres meses”, explica José Cuello, presidente de la asociación, quien afirma que necesitarán de la ayuda de la Marina y de autoridades municipales para poder convertir esas plantas acuáticas en artículos con valor agregado. Comenzarán a trabajar la forma de darle color a las artesanías con Lilas, en colaboración con el Ministerio de Medioambiente, explicó.

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