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Grandes clásicos

Muerte de un ciclista

El fi lme pudo soportar las múltiples trabas de la censura de parte de la dictadura de Franco, y hoy ha quedado como un estandarte, como una de las mejores piezas de la historia del cine español.

Atardecer. El actor español Alberto Closas en una de las escenas de “La muerte de un ciclista”, filme desafió la censura franquista.

Atardecer. El actor español Alberto Closas en una de las escenas de “La muerte de un ciclista”, filme desafió la censura franquista.

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo

Juan Antonio Bardem (español por más señas), se destacó en la década de los años cincuenta, junto con su compatriota y amigo Luis García Berlanga. Ambos pudieron realizar películas que han identificado la cultura peninsular, y la sociedad de la época.

Esa realidad social arrojó frutos con la cinta “Esa pareja feliz”, que ambos dirigieron en el 1951. Dos años después, en 1953 escribieron el guion de “Bienvenido Mister Marshall”, crítica soterrada sobre la ayuda norteamericana del Plan Marshall a Europa, después de la Segunda Guerra Mundial. Este último filme fue dirigido por García Berlanga. Sin embargo, es en 1955 cuando Bardem estrena “Muerte de un ciclista”, con la cual obtiene premios internacionales de mucha importancia, dándose a conocer en el mundo como un gran cineasta.

La película comienza de una manera sencilla. En el atardecer, sobre una carretera aparece un ciclista regresando a su hogar; y desde otro ángulo aparece un vehículo que conduce Juan Fernández (Alberto Closas), con su amante María José (Lucía Bosé), siendo atropellado este humilde hombre. Juan sale del vehículo para saber las condiciones en que había quedado quien manejaba la bicicleta, pero la mujer le implora que lo deje y deciden huir, ya que ambos tienen una relación amorosa a escondidas y María está casada con Miguel de Castro (Otello Toso), quien es un hombre adinerado; pero ella no lo ama, simplemente está con su esposo por el estilo de vida que le ofrece. Juan que es un individuo débil de carácter y catedrático universitario, accede a la petición de María y el ciclista es abandonado en el lugar.

A la mañana siguiente, los diarios difunden la muerte del ciclista, y la noticia crea el complejo de culpa en Juan, quien será atormentado por el hecho. María en cambio, es más fuerte; no siente ni una pizca de remordimiento, tal vez apenada por la muerte de una persona; pero no más, y le dice a Juan que mantenga la calma porque su actitud hará que todos sospechen. Hasta ahí todo bien, sin embargo, aparece un tercer personaje de nombre Rafa (Carlos Casaravilla) que hace insinuaciones de que sabe algo y comienza una especie de chantaje que lo llevará a realizar acciones cuestionables, tales como la injusticia de expulsión a una de sus alumnas de la universidad, hecho que provocará una revuelta estudiantil.

Más tarde, Juan no soporta ese sufrimiento y se encuentra con María José para armarse de valor, y le confiesa que decidirá entregarse a las autoridades, sin importar en lo absoluto lo que pueda venir; porque con ello podrá tener su conciencia en paz. María José no está dispuesta a acarrear ese sacrificio porque perdería su nivel social debido al escándalo que eso provocaría. Ambos acuden al lugar del accidente (donde ocurrió todo) y de manera tempestiva, María José termina atropellando a Juan y escapa a toda prisa para encontrarse con su marido; pero en el trayecto, y tratando de esquivar a un ciclista, termina estrellándose contra un árbol y la tragedia es consumada. Como ironía de la vida, este ciclista va en su ayuda, lo que no hicieron ellos al principio.

La puesta en escena es excelente, y la fotografía juega un papel primordial en esta historia, donde reinan los primeros planos para poder captar esos sentimientos de culpabilidad, todo esto bajo una iluminación llena de contrastes que permite sentir ese torbellino de pasión que corre el alma. Los actores Alberto Closas y Lucía Bosé están extraordinarios; pero sobre todo hay que mencionar el papel secundario de Carlos Casarivilla (Don Rafa), que por momentos se adueña de la película con un trabajo que sirve de referencia a los estudiosos del cine.

(+) ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA PELÍCULA:

1) A pesar de que Juan Antonio Bardem pudo estrenar su película en la era de Franco; la misma fue catalogada “gravemente peligrosa”.

2) Las escenas de los estudiantes en la facultad de la universidad fueron consideradas peligrosas por la dictadura, creyendo que con esa acción pudiera despertar el interés de los jóvenes.

3) La película refleja el ambiente de la sociedad española de la época, desde el punto de vista de las clases sociales.

4) La decisión de quiénes iban a ser los actores principales, el director Bardem escogió a Alberto Closas y Lucía Bosé, que ya eran figuras conocidas para la época; pero no en España, ya que ambos habían trabajado fuera del territorio español.

5) La película obtuvo el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes (1955).

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