Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

trailer

Rashomon

“Rashomon”, es un filme al que siempre tendremos que volver. No importa que haya sido filmado en 1950, cuando la magia del color, los efectos visuales y los trucos de la postproducción todavía no brillaban en el cine japonés. He vuelvo a ver una de las 100 mejores películas de la historia del cine, una obra que debiera ser conservada con el acostumbrado esmero con que los japoneses nos tienen acostumbrados. Esta inspirado en el cuento del mismo nombre del escritor nipón Ryunosuke Akutagawa, en 1915

Su director, el maestro Akira Kurosawa, acudió a la técnica del set único donde el histrionismo de los actores se encarga de llevar un riguroso guión hasta sus últimas consecuencias. Tres personajes se ven envueltos en una violación y un crimen y cada uno narra su propia versión de los hechos (incluyendo al muerto a través de la técnica de la posesión). Al final, un supuesto testigo ocular aporta su propia experiencia frente a los acontecimientos que dice haber presenciado, quedando el final abierto para que el espectador elija la verdadera historia. Más que la simple narración de un hecho de sangre de carácter fortuito, Kurosawa elabora un filme para conmover bajo los siempre controversiales resortes de las pasiones humanas. Explora las más intensas fibras del honor, la dignidad, el oportunismo, la traición y el deseo, así como los respectivos reversos de esas conductas, dentro del comportamiento de tres seres aparentemente disímiles en procedencia social y objetivos vivenciales que se encuentran en un punto no premeditado de la vida (en medio de un bosque) para ponerse a prueba sus formas de enfrentar y enfrentarse a los siempre sorprendentes retos del destino. Lo importante de esta película no se encuentra precisamente en poner al espectador a descubrir un crimen; sino en demostrar que cada uno de nosotros es capaz de manipular una verdad para adecuarla a nuestros intereses. Hasta ese momento, muy pocos directores habían introducido un tema de esas connotaciones junto a una impecable realización técnica que incluyó en su reparto a un actor como Toshiro Mifune, devenido en excelencia de la cinematografía nipona. “Rashomon” es un ritual mágico en busca de una verdad que todos creen poseer y que a fin de cuentas, a ninguno pertenece, porque los hombres no solo son producto de sus circunstancias, sino de la obra más caprichosa y distorsionada del destino. Siempre sonará en nuestros oídos esta tesis filosófica: Un error, por pequeño que sea, puede tener consecuencias devastadoras, pues vivimos de acuerdo con nuestra propia concepción del bien y del mal. Descubrir la verdad puede ser muy difícil, tanto que nos lleva a caer en el relativismo o en escepticismo y nos hace perder la confianza en los demás. Kurosawa nos demuestra que uno de los mayores obstáculos para descubrir la verdad somos nosotros mismos, porque nuestros egoísmos y mezquindades alteran la percepción de todo lo vivido.

Ficha Técnica: País: Japón. Año: 1950. Director: Akira Kurosawa. Guión: Akira Kurosawa y Shinobu Hashimoto. Duración: 83 minutos. Reparto: Toshiro Mifune, Masayuki More, Takashi Shimura y Fumiko Homma. Premios: León de Oro en el Festival de Venecia y Oscar a la Mejor Película Extranjera (1951). Sinopsis: Tres personajes discuten sobre el juicio a un bandido, acusado de haber dado muerte a un señor feudal y de violar a su esposa. Los incidentes son narrados desde el punto de vista del ladrón, la mujer, el asesinado -con la ayuda de un médium- y del leñador, único testigo presencial de los hechos.

Tags relacionados