“Midnight Cowboy”

Hay filmes que por su contenido y capacidad interpretativa marcan una época, y hacen recordar el lugar y momento exacto cuando disfrutamos esa obra por primera vez. Es el caso de: “Perdidos en la Noche” o “Midnight Cowboy” (1969) interpretada por Jon Voight y Dustin Hoffman, donde la actuación de este último, ha sido una de sus mejores en el cine de esa época.

La historia comienza cuando Joe Buck (Jon Voight) deja su trabajo como lavador de platos en un restaurante de Dallas para ir a New York para ganarse la vida como gigolo. Este hombre de origen texano y con el físico del puro macho, anhela prosperidad a costa de mujeres adineradas y que le paguen por sus servicios varoniles. Él cree que que a pesar de su poca capacidad intelectual; bastará su peculiaridad de gran semental para conseguir dichas mujeres y bañarse de dólares.

Al llegar a la ciudad vestido de vaquero con una radio en la mano, la gente se mofan de él porque no encuadra su estilo campechano con el de la gran ciudad. No entiende el bullicio y la selva que representa esta ciudad, por lo que se siente perdido y se encuentra con un simple timador callejero de nombre Ratso (Dustin Hoffman); que procura sobrevivir cada día y que lo ayudará en el manejo de las calles.

Ambos se hacen amigos porque realmente se necesitan mutuamente para poder subsistir en una ciudad tan compleja como New York. Ratso prácticamente lo adopta y se lo lleva a vivir a su pocilga de dormitorio, Joe acepta porque no tiene otra salida. El tema de la película fue conflictivo en su momento, porque habla sobre la prostitución, las drogas y la homosexualidad, en una sociedad que prácticamente estaba despertando a la manifestación de los deseos liberales.

El director de la película es el inglés John Schlesinger que hizo una maestría con la puesta en escena de dos personajes que sobresalen en sus actuaciones; en especial Dustin Hoffman, quien encarna a un miserable pillo enfermo de tuberculosis tratando de sobrevivir en la denominada Gran Manzana. Hay una escena memorable que es cuando van cruzando la calle, un taxi casi atropella a Hoffman y éste le dice: “Hey...I’m walkin here. I’m walkin....”, esta escena se dice que era una improvisación y que el vehículo apareció de la nada; pero la misma quedó de lo más perfecta. Sin embargo, aparte de ambos personajes, el director nos muestra un tercer personaje, y es la ciudad; donde se manifiesta esa soledad y la antipatía de la gente, donde cada quien se encuentra en su mundo y a nadie le importa el otro; contribuyendo a que nuestros personajes se sumerjan en la depresión y ansiedad que dicha urbe les provoca.

Ese sentimiento de frustración, infelicidad y su incapacidad de disfrutar la vida en su lado positivo, llevó al final a Joe Buck. No supo entender que las cosas no son como a veces se imaginan, y que ese sueño americano, en ocasiones, se convierte en una utopía, y no queda más que hacerle frente a la realidad cruda de todos los días.

En búsqueda de un nuevo ambiente, ambos se dirigen a la Florida en autobús y por esa magia del momento, Joe no se da cuenta que su amigo ha muerto, por lo que acaba la angustia de Ratso; pero y la de él? ¿Volverá a Texas o buscará nuevos horizontes en un ambiente diferente? Esa es la gran paradoja de Joe, de enfrentarse a la realidad y a sus frustraciones y tratar de seguir hacia adelante si quiere sobrevivir en una sociedad donde no existe la inocencia.

Película ganadora de muchos premios importantes, tanto a nivel de los Estados Unidos como en el extranjero, y que con el transcurrir del tiempo ha permanecido como una de las grandes producciones cinematográficas.

(+) ALGUNAS CURIOSIDADES DE LA PELÍCULA: 1) Ganadora de tres Oscar: a la mejor película, al mejor director y al mejor guión adaptado. También obtuvo otras cuatro candidaturas: actor principal (Jon Voight), actor principal (Dustin Hoffman), actriz de reparto (Sylvia Miles) y montaje.

2) Es la única película con calificación X que ha conseguido el Premio Oscar a la Mejor película, reconocimiento que recibió de las manos de Elizabeth Taylor.

3) Antes de pasar la audición para hacer de Ratso, Dustin Hoffman quería convencer al director del casting de que podía cambiar radicalmente su imagen como ciudadano medio americano, para interpretar al tullido de la película. Para ello, citó al director en una esquina de las calles de Nueva York. El ejecutivo estuvo esperando un rato en el lugar indicado y, justo cuando iba a marcharse, Dustin Hoffman, que había estado todo el tiempo a su lado, vestido de mendigo y pidiendo monedas a todo el que pasaba, le descubrió su disfraz, dejando al hombre impresionado.

4) Durante el rodaje, para asegurarse de hacer bien la cojera y que no cambiase de unas secuencias a otras, Hoffman se llenaba un zapato de piedras.

5) La escena de la nevada por las calles se rodó en pleno mes de julio y era tal el ruido de las máquinas que fabricaban la nieve, que el diálogo entre Ratso y Joe tuvo que grabarse por separado.

6) La interpretación de Dustin Hoffman en esta película se encuentra en la 7™ posición en el ranking de la revista ‘Premiere’ sobre las 100 mejores interpretaciones de la historia.