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A César lo que es de César

El realizador dominicano César Rodríguez se marchó hace más de veinte años a Puerto Rico, país donde ha hecho un nombre y una obra cinematográfica reconocida por su seriedad y depurada realización técnica

Director. Ha triunfado en el mundo del cine por su dedicación, constancia, esfuerzo e incansable laboreo.

Director. Ha triunfado en el mundo del cine por su dedicación, constancia, esfuerzo e incansable laboreo.

César Rodríguez no hace cine por hacer. No busca dinero fácil, ni influencias del poder. Tampoco integra a cualquiera a su equipo de técnicos. No acostumbra a las migajas para quienes lo acompañan en sus películas. Tampoco se da de rogar ante empresarios en busca de centavos para sus producciones. No transige ni regatea. Lo suyo es ver el cine con rigor y nivel profesional. Por eso ha creado una obra de la que no tiene que arrepentirse. Desde su guion que inspiró el largometraje de ficción “Los Díaz de Doris” (Abdiel Colberg, 1999) hasta su cortometraje “El fondillo maravilloso” (2015, inspirado en el cuento del mismo título de la escritora boricua Tere Dávila) la carrera cinematográfica de este dominicano que hace más de veinte años emigró a Puerto Rico en busca de un ambiente cultural menos hostil, ha mantenido un crecimiento técnico impresionante, reconocido en prestigiosos eventos.

Tal vez, su éxito mayor ocurrió en 2006 tras el estreno de su primer largometraje de ficción (“Ruido”, Premio a la Innovación en el Festival de Montreal y Premio Coral a la Mejor ”pera Prima en el Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana). Sin embargo, su carrera como director no se ha detenido. Tiene en su haber otras películas que hablan de su indudable talento y de su vocación de no darse por vencido.

Los Díaz de Doris (1999)

Dirigida por el productor de televisión Abdiel Colberg (Mayaguez, 1957), la película partió de un guion preciso, portador de diálogos, escenas y elementos técnicos poco comunes en alguien que se iniciaba en el mundo del largometraje de ficción. Si bien su puesta en escena fue convencional, el filme resultó un trabajo de treaning, una segunda prueba para Colberg, conocedor de esas lides. El filme es un drama protagonizado por Cordelia González, Braulio Castillo y Raúl Dávila, que se acerca más a una propuesta para televisión que para la gran pantalla.

Devolviéndome (2004)

Con este corto, César Rodríguez comienza a trabajar las líneas fundamentales de su cine hasta el presente, el vacío existencial, la angustia que produce ese sentimiento, y el complejo mundo de los perdedores...

Sin recurrir al diálogo ni a la introspección, la película retrata la destrucción emocional de un hombre a consecuencia del alcoholismo. El protagonista (encarnado por el conocido actor puertorriqueño Teófilo Torres) es un perdedor, un ser que se refugia en la bebida para intentar en vano un escape de su estado de impiedad. Cada uno de sus movimientos dentro del patio de su vivienda (piscina incluida) lleno de elementos que reflejan la decadencia del ser y la imposibilidad de surcar en busca de alturas humanas, llevan al espectador a sentir en carne propia los estragos del derrotismo. El protagonista se desentraña, se desnuda y desahucia, se hunde en el agua como quien cae al fondo de un pozo sin salida para dejar allí una buena parte de su dignidad. Esta es una película que marca al cinéfilo, que lo hace pensar y lo estremece porque su metamensaje es más poderoso que la animosidad que lleva al protagonista a su vacío interior. Muchos aplausos, además, para su impecable factura técnica.

Dejavú (2005)

El vacío del ser es representado en este corto por el hastío de un matrimonio que no puede salir del círculo vicioso en que vive encerrado producto de la irracionalidad de una sociedad predestinada a sobrevivir por obra y gracia del dinero y no de sus atributos afectivos, culturales y de identidad. La puesta en escena se plantea a partir de una cámara fija empotrada a manera de pantalla de televisor frente a la cual se contemplan los movimientos del hombre y la mujer (en cuatro pequeños capítulos que transcurren como leimotiv), sus breves diálogos, gesticulaciones y reiteraciones y la multiplicidad de sus imágenes a partir de espejos y otros detalles íntimos que terminan por conformar el sentido de frustración de ese matrimonio falto de oportunidades para salir adelante e incapaces de comprender la importancia de romper el individualismo y marchar juntos en medio del desastre.

Ruido (2006)

El primer largometraje de ficción de César Rodríguez se inscribe por derecho propio en la historia del cine dominicano. Elaborado con muy poco presupuesto pero con una voluntad y un talento fuera de serie, Rodríguez con su cámara y su imaginación pone en escena un guion con ritmo trepidante, cuya trama se complementa con la explosión visual donde los primeros planos van cruzando ante la mirada de un espectador que no tiene tiempo para reponerse a la historia. Su esmero en busca de la perfección en esos primeros planos de rostros y objetos es casi obsesivo porque su fin es acentuar el drama de la secuencia. Por eso tampoco obvia audaces travellings; amplía y reduce los planos según la intensidad del guion y demuestra un cuidadoso gusto por el detalle en cuanto al vestuario, objetos y demás elementos a los que acude no como telón de fondo, sino como nuevos personajes incorporados a la historia.

No estamos en presencia de una narración lineal en busca de reflexiones intelectuales. “Ruido” sí hace reflexionar sobre los valores familiares, la fragilidad de la unión conyugal, el desgaste del matrimonio, los peligros de la ausencia paternal en una familia y el riesgo en la sostenibilidad de relaciones sentimentales con desconocidos. Todo esto está bien dentro de una historia que también es otra. Estamos frente a una película innovadora desde el punto de vista de su formato y de su intención, de una pieza apoyada en un esmerado trabajo de edición, con una fotografía impresionante y una dirección de actores memorables que denota la capacidad magisterial del director para enfrentar este tipo de labor.

La extraña (2014)

Sergio Gobi le entregó a César Rodríguez la responsabilidad de dirigir el remake de su exitosa película rodada en Francia décadas atrás. La versión dominicana de “La extraña” no solo mereció aplausos, sino que tuvo una resonancia internacional acorde a su calidad técnica y al trabajo de todos los profesionales vinculados al proyecto. En esta ocasión, Gobi volvió a su rol de productor y Rodríguez le demostró que pudo ser el capataz de una obra que, sin perder su esencia comercial, respondiera a los parámetros técnico exigidos a los auténticos profesionales del cine. El filme sirvió además, para presentar como protagonista a Evelyna Rodríguez, quien demostró poseer las herramientas necesarias para enfrentar trabajos protagónicos en el cine de hoy.

El fondillo maravilloso (2015)

En este cortometraje, Rodríguez plantea el vacío de una mente vacía. Lo hace a partir de la puesta en escena de una historia recreada dentro del estilo de la comedia musical. El valioso cuento de Tere Dávila que le da origen, relata los avatares de un hombre común, panchaguero y machista consumado por más señas, quien tiene como prioridad vital encontrar el voluptuoso trasero de una mujer, el más perfecto y adecuado a los caprichos de su mente enferma. A partir del relato, el director construye un corto con muy pocos diálogos, donde la banda sonora hace a la vez de protagonista y donde la vestimenta al estilo kitsch del protagonista retrata el desparpajo pueblerino de determinado tipo caribeño que solo mira a la mujer por sus atributos externos. Un guion muy bien hilvanado y una narrativa cinematográfica que, de sorpresa en sorpresa, incluye una serie de acontecimientos tejidos dentro de sub tramas que embrujan al espectador hasta el inesperado desenlace.

(+) SUS OBRAS MÁS DISTINGUIDAS

1) EL FONDILLO MARAVILLOSO Premio: Award of Distinction del Canada Shorts Film Festival 2015. Selección Oficial: Cinefiesta 2015, Los Ángeles CineFest, Roma CinemaDoC, Iron Pointe Film Festival, Huatulco Film & Food Festival, 9 Festival de Cine Global Dominicano, Festival de la Palabra 2015, II Puerto Rico International Film Fest & Convention, TOFF 2015 (The Online Film Festival), Canada Shorts Film Festival 2015, FEMI 2016 : Marché International du Film et de la Télévision Caribéens, el 5th Dominican Film Festival in New York.2016 y el 32nd del Chicago Latino Film Festival.

2) LA EXTRAÑA Selección Oficial: 31s Chicago Latino Films Festival de 2015, Categoría “New Vision” del 12th Bahamas International Film Festival (BIFF 2015) , el Canadien Film Institut escogió a La Extraña para representar a la República Dominicana en su 19th Latin American Film Festival, 4th Annual Dominican Film Festival in New York, IV Muestra de Cine Dominicano en España, FEMI 2016 : Marché International du Film et de la Télévision Caribéens y la Asociación Dominicana de Cronistas de Arte (Acroarte) le otorgó dos nominaciones a La Extraña para sus Premios Soberanos 2015: Mejor Actor (Frank Perozo) y Mejor Actriz (Evelyna Rodríguez).

3) RUIDO (NOISE)(BRUIT) Premios: Prix de l’Innovation del Montreal World Film Festival 2006, La Ciguapa de Oro a la Mejor ”pera Prima de la VIII Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo (2006), El Premio del Cibervoto a la Mejor ”pera Prima del 28 Festival Internacional del Nuevo Latinoamericano de La Habana, DIFF 2006 Award del Dominican International Film Festival. Selección Oficial: Gran Prix Des Amériques del Montreal World Film Festival 2006, Premio Coral a la Mejor ”pera Prima del 28 Festival Internacional del Nuevo Latinoamericano de La Habana, Filme en Concorso del XXI Festival del Cine Latinoamericano de Trieste, Premio Casandra al Artista Dominicano Más Destacado en el Extranjero 2006 por su film Ruido.

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