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Entrevista

Julietta Rodríguez: “Me habrÍa gustado trabajar con Kubrick”

La protagonista de “La hija natural” y “Despertar” nació con el “don” de transformarse en personajes complejos, sublimes, rebeldes, y emblemáticos, y desarrollarlos hasta las últimas consecuencias.

Ella llegó al cine por vocación. Sin embargo, ha demostrado garras de triunfadora: “Soy una actriz joven con muchos sueños que estoy tratando de convertir en realidad”. Dice Julietta Rodríguez, una muchacha con dos papeles protagónicos en el cine dominicano (y otros que vienen en camino). Ella nació con ese “don” de transformarse en personajes complejos, sublimes, rebeldes y emblemáticos, y desarrollarlos hasta las últimas consecuencias.

Sabe que su carrera recién comienza y que tiene mucho que aprender. Está dispuesta a enfrentar los retos profesionales que sean necesarios, y su mayor anhelo es poder ser becada para estudiar actuación en Cuba, país que ha su modo de ver: “ha desarrollado una industria de cine muy importante y allí quiero completar mi formación. Los actores cubanos son muy orgánicos y muy expresivos”.

La protagonista de “La hija natural” nació en La Romana y llegó a Santo Domingo para estudiar periodismo en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Durante una pasantía conoció a José Gomén, la persona que la lleva hasta Leticia Tonos. Al poco tiempo, esa directora la llamó para un casting y la seleccionó para encabezar el elenco de “La hija natural”, filme que la presentó como actriz muy segura de sí misma, sin temor a pararse frente a la cámara.

Preferencias Stanley Kubrick es su director preferido. Descubrió en su cine su intensidad para trabajar con los actores muy de cerca. Para Julietta, Kubrick no se detenía hasta conformar los personajes que él andaba buscando para sus películas: “Me hubiera gustado trabajar con él, ser “Lolita”, por ejemplo”.

En otros cineastas, menciona elogios para Francis Ford Coppola y por Gregory Nava, este último, “un director de mucho carácter, arriesgado, que se esmera sobremanera en la dirección de actores.”

Considera que en el cine dominicano, la mujer tiene una presencia importante, tanto en la dirección como en el mundo del protagonismo. Entre las figuras que más le satisfacen cita a Leticia Tonos, una talentosa directora que le gusta ir al fondo de las cosas y trabajar muy de cerca en el proceso de caracterización de sus personajes. Entre las actrices, señala a Cheddy García porque ha demostrado cómo romper los clisés que muchas veces se les imponen a los actores para repetirse con las mismas prerrogativas entre una película y otra: “Nadie hubiera pensado que Cheddy habría sido capaz de hacer un buen trabajo tanto en comedias de tipo popular como en personajes fuertes y creíbles; es una actriz completa que sabe respetarse y siempre está ubicada dentro del tipo de personaje que se le propone”.

Julietta por dentro Ella actualmente tiene un plan de superación profesional paralelo a su trabajo como actriz. Videa cine de diversas latitudes, sobre todo donde los personajes femeninos son fuertes. Lo hace no en busca de diversión, sino como proceso de aprendizaje. Cree en la importacia del trabajo físico; ejercita su cuerpo para estar preparada para enfrentar cualquier rol. También atiende su concentración emocional. Esto es importante, porque una actriz tiene que estar preparada para que nada la perturbe.

Como persona lee, estudia y crece trabajando con otros actores y directores. Le gusta debatir sus personajes, habla como ellos, incluso fuera de cámara, en su hogar. Hasta que el rodaje no termina no abandona la sicología del ser que se ha reencarnado en ella. Además, aporta en el proceso de construcción de sus personajes, imaginarlos tanto dentro como fuera del guion, aportarle coloraciones que tal vez el escritor no pudo concebir: “A veces hasta un cambio de gesto o una mirada puede incidir en el desarrollo dramático.”, dice.

Lo que vendrá En el presente año, se estrenará el largometraje “Flor de azúcar”, actualmente en proceso de post producción. En esta cinta, Julietta interpreta una haitiana y sus parlamentos los pronuncia en creole: “Eso ha sido un gran reto para mí porque ese idioma es muy difícil y hay que tener una preparación excepcional tanto para el habla como para encarnar a un personaje que no tiene afinidad con mis raíces dominicanas. Fue un gran reto y me entregué con mucho esmero para que el público pudiera disfrutar de un trabajo depurado.”

Actualmente, ella acaba de regresar de Puerto Rico donde se filmaron escenas de “El hombre que cuida”, la ópera prima del director boricua Alejandro Andújar.

Es un filme de autor, de bajo presupuesto, coproducida entre aquella isla y la República Dominicana: “En esta cinta soy la protagonista junto a Héctor Aníbal y encarno a Karen, una joven que vive en la localidad dominicana del Palmar de Ocoa, con muchos sueños, pero que no sabe cómo salir de allí. Es un personaje tridimencional, con muchos colores, que demuestra la variedad de matices con que está hecho el ser humano.”

(+) JULIETTA RODRÍGUEZ UNA ACTRIZ NATURAL Ella no viene del teatro. No maneja las técnicas histriónicas de ese arte. Ni el método de Stanislavski. Sin embargo, posee un rasgo definitorio de su personalidad que la hace única: es ella misma, ha crecido por méritos propios.

El cine dominicano tiene en su arte un tesoro poderoso que ya han sacado a la luz algunos de nuestros mejores directores, como José María Cabral y Leticia Tonos (jóvenes ambos con resultados muy profesionales).

En los momentos actuales de la cinematografía nacional las nuevas promesas necesitan ser preservadas, y la única forma de hacerlo es brindarles oportunidades de trabajo para que el gran público se acerque también al trabajo serio, y no solo esté preparado para reírse de bodrios y atabales, sino a aplaudir lo valioso. Y Julietta Rodríguez vale la pena. Sabe importantizarnos como dominicanos.

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