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Séptimo arte

La dolce Vita

El tiempo como elemento catalizador ha dejado bien claro que “La Dolce Vita” es una de las mejores obras de arte que se hayan realizado en la historia del cine.

Censura. L’Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano, catalogó a la película como vulgar y trató de prohibir que la misma fuera presentada.

Censura. L’Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano, catalogó a la película como vulgar y trató de prohibir que la misma fuera presentada.

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo

Uno de los títulos más llamativos que han hecho del cine que se le adore tanto como a la propia existencia humana es el de la película de Federico Fellini “La Dolce Vita”. Este filme ha sido considerado como una verdadera joya y ha marcado a muchos cinéfilos en el devenir de la historia.

El personaje de Marcello Rubini, prácticamente hecho a la medida de Marcello Mastroianni, es un periodista que escribe para una revista de farándula sobre eventos sociales de la vida romana, en la famosa Vía Veneto. Su actividad profesional lo acerca a ese tipo de vida alegre y mundano, cultivando relaciones con distintas mujeres y tratando de vivir dentro de una especie de “libertad” para gozarla, con aire de gigoló.

El filme está elaborado a partir de varios episodios, a veces no relacionados sí, pero en cada uno de ellos cobra vida la figura del paparazzi. Este tipo de reportero gráfico, casi siempre por su cuenta y riesgo, persigue a las estrellas o personajes famosos. Y en esa concepción episódica es donde Fellini pone el dedo en la llaga; ya que es un tema que cobrará vida a posteriori.

La importancia de las fiestas es fundamental en la película; porque va reflejando ese vacío que tiene la clase burguesa en Roma enseñando lo banal y pueril en su conducta, y estilo de vida. Es uno de los mejores trabajos de Fellini, quien comenzó siendo guionista de Roberto Rosellini hasta convertirse en uno de los directores más sobresaliente que ha dado el cine como expresión del arte.

Marcello Mastroianni marca a una generación de jóvenes por ese estilo de vida con gafas oscuras y conducta temporera. Notamos cómo este periodista que en su momento deseaba escribir cosas profundas, termina como un simple reportero de farándula, pendiente de la vida y milagros de los famosos, sin que ninguna de estas emociones despierte en él algún tipo de ilusión. En la segunda fiesta que asiste Marcello, se encuentra con Sylvia (Anita Ekberg) representando a una actriz norteamericana que le hará vivir emociones y que en sus andanzas nocturnas se “bendecirán” con el agua de La Fontana de Trevi, en una de las escenas más gloriosa del cine. Esta escena, con la famosa actriz bajo la fuente, nos habla sobre la vergüenza, lo engorroso de esa forma de vida, a través de poesías visuales.

Federico Fellini rompe con esta película el estilo neorrealista que lo había caracterizado en la década de los años cincuenta y nos presenta el retrato de una sociedad extraviada y que se había olvidado de Dios. Por eso, al inicio de la película, nos presenta una estatua de Cristo con los brazos abiertos, conducido por un helicóptero y volando por toda la ciudad de Roma y, durante el trayecto de la trama, nos deja saber el porqué de la escena.

Cuando se estrena la película en el 1960, se originó un escándalo por la manera sutil del sexo que se percibe en el desarrollo de la historia y la vida desenfrenada de una clase que se vio retratada; pero que no quería que la identificaran por lo insustancial y fútil que la misma representaba.

La alta sociedad italiana de su tiempo pensó que con el estreno de la película, le iba a ser daño a Italia por esa forma burda de denuncia. Sin embargo, Fellini como buen artista, quiso expresar sus sentimientos a través de las imágenes, por lo que llevó que el público le diera una aclamación. El tiempo como elemento catalizador, ha dejado bien claro que “La Dolce Vita” es una de las mejores obras de arte que se hayan realizado en la historia del cine, por su honestidad y por romper paradigma de temas que se consideraban tabúes.

A pesar del escándalo presentado a comienzos de la década de los sesenta, “La Dolce Vita” fue objeto de grandes premios internacionales tales como: La Palma de Oro en el Festival de Cannes; el Premio David de Donatello a la mejor dirección y candidata a varios Oscars como al Mejor Guion y Mejor Director.

Algunas curiosidades de la película: 1) En una de las escenas, durante una reunión de amigos, una de las chicas lee un artículo dónde se menciona a Paul Newman, actor que estuvo muy cerca de ser el protagonista.

2) Dino De Laurentis, quien en un principio se iba a encargar de producir el film, abandonó el proyecto cuando Fellini se negó a dar el papel principal a Paul Newman. Antes de abandonar sugirió a Gérard Philipe porque pensaba que Marcello Mastroianni era demasiado blando para encarnar a Rubini, pues según dijo, Mastroianni se parecía más a un padre de familia que no al tipo de hombre que tiene aventuras esporádicas con las mujeres.

3) El término “Paparazzi” proviene de esta película, del amigo fotógrafo de Marcello, Paparazzo. Fellini lo bautizó así (paparazzo en italiano significa gorrión) porque los fotógrafos de la prensa revolotean alrededor de los personajes famosos como pájaros hambrientos.

4) La película no se estrenó en España hasta 1981 debido a que la censura la calificaba de película inmoral. Eso fue 21 años después de su estreno.

5) Cuando “La Dolce Vita” se estrenó, tuvo una dura y fiera oposición tanto por parte del partido político Democracia Cristiana como por la del Vaticano, quienes rechazaban esa imagen que la película ofrece sobre Roma y la aristocracia.

6) La famosa y mítica escena en La Fontana de Trevi se rodó en marzo, cuando las noches aún eran frías. Anita Ekberg aguantó en el agua fría con su vestido durante horas y sin problemas, en cambio, Marcello Mastroianni, pidió llevar un traje de buceo por debajo de sus ropas, pero no fue suficiente. Como aún sentía mucho frío, se tomó una botella entera de vodka para calentarse.

7) L’Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano catalogó a la película como vulgar y trató de prohibir que la misma fuera presentada.

Farándula. La vanalidad del espectáculo como entretenimiento social también es fustigado en esta cinta.

Más censura. No se estrenó en España hasta 1981 porque la calificaban de inmoral. Eso fue 21 años después de su estreno.

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