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Teatro

Margarita Baquero y sus sueños

Incansable. Margarita Baquero de Reid enriqueció el teatro dominicano.

Incansable. Margarita Baquero de Reid enriqueció el teatro dominicano.

Una paloma vestida de negro sorprendió a Margarita Baquero. Tan volátil esa alma negra, fugaz, indiscreta e inesperada que dejó a su paso un cúmulo de sueños y planes por cumplir.

Margarita Baquero amaba el teatro de la misma forma en que se puede amar las clásicas veredas de la consagración, y desde este género, proyectó su esplendor en el escenario durante la década de los años 70s. Admiraba a Manuel Rueda. Era su amiga y él llegó a verla como el complemento que necesitaba para encarnar el personaje protagónico de una obra inmortal: “Retablo, pasión y muerte de Juana la loca”, ganadora del premio “Tirso de Molina” que convoca cada año la “Casa de América” en Madrid, España.

Como recuerdo de la última conversación de la teatrista para Ventana, el pasado mes de abril de 2015, a propósito de rememorar la vida y obra de Manuel Rueda, es notorio destacar un anhelo que prometió cumplir a su amigo sorprendido por la muerte en 1999, ante su reclamo de presentar en las tablas dicha obra.

Fiel a sus palabras, este escrito guarda las impresiones de la teatrista en torno a la publicación “Manuel Rueda, el teatro y más”, donde con suma amabilidad y disposición atendió a la llamada.

Como muestra de su calidez y humildad, es preciso señalar que al momento de la solicitud del encuentro, Baquero se encontraba inmersa en la urgencia de un viaje al exterior requerido para los chequeos de salud, por lo que dificultaba su presencia.

Ante esto, no vaciló en considerar su apoyo para redir tributo a su amigo, a quien se le dedicaba la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo. A pocos días de su viaje, envió a Listín Diario con un mensajero un escrito contentivo de su valoración sobre Manuel Rueda y otras preguntas dispuestas en honor a la importancia de la celebración ferial.

Una obra para el teatro En los últimos años de la vida de Rueda, Margarita asistía a sus obras teatrales, lo acompañó a España a la puesta en circulación de la obra premiada, y para su sorpresa, su amigo la presentó como la actriz protagónica ideal de “Juana la loca”. Él confiaba en ella. Y ella en él.

Baquero lo consideraba como el perfecto: “Escritor de novelas, de obras de teatro, poeta, narrados, pianista consagrado, compositor musical y un excelente y fiel amigo con una calidad humana difícil de encontrar.” En esa ocasión, la actriz relató que lo conoció gracias a una crítica maravillosa que le hizo don Manuel a la obra teatral “La Casa de los Siete Balcones” donde ella protagonizó, junto a Iván García Guerra y Niní Germán. “Desde ese día nació una bella amistad que se fortaleció aún más cuando me llamó para concertar una visita a mi casa, pues quería mi opinión sobre la obra que escribía inspirado en la historia de Juana La Loca, hija de Isabel la Católica y Fernando “El Hermoso”.

Llegó en la tarde y empezó a leer y a interpretar lo que había escrito hasta el momento, y de pronto Rueda le preguntó “Cariño”, (siempre me llamaba así), te gustó?” “Me encantó,” enseguida le contesté. -Pues si es así, quiero que seas mi Juana -me sonrió.

Me sentí honrada con el hecho de que Manuel pensara en mí para tal responsabilidad cultural, y yo acepté inmediatamente”, evocó como si conversara directamente con él.

Pero, lamentablemente, este gran artista se estaba despidiendo de sus seres queridos. Decía Baquero que la muerte se ocultaba en el frío cuarto de un hospital, donde pasó sus últimos días este maestro del arte. Dos amigos se encontraban lado a lado, con tristeza y ojos iluminados se prometieron honrar al teatro con la obra Juana La Loca, pero poco tiempo después, don Manuel se apagó como un ave que emigra a los engranajes del infinito.

Pero, a pesar de su muerte, las promesas permanecen más allá del tiempo y Margarita Baquero honraría su memoria. Y continuó relatando: “Mi promesa a él sigue en pie. Haré la obra Juana la Loca, ahora como un homenaje a ese invaluable artista y amigo. Ya estamos envueltos en el proyecto, junto a mí, Iván García Guerra y Manuel Chapuseaux como directores. Me esforzaré para ser la Juana digna de sus aspiraciones.” Más de un quinquenio había sido la espera. Primero ocurrió el deceso del artífice de la obra, que dejó en sus manos la realidad de un anhelo en escena y, luego, la muerte de la Juana de los sueños de Manuel Rueda. Y ahora, solo el tiempo dirá el momento de presenciar los sueños de amantes del arte y la cultura, o quizás, estos deseos seguirán vivos en memoria cultural del país y en la necesidad de hacer algún día realidad las promesas. Podría ser con el resurgimiento del teatro y con la necesidad de expandirlo a todas las regiones del país, tal y como lo soñaron Margarita Baquero y Manuel Rueda.

EL LEGADO DE UNA GRAN ACTRIZ Margarita Baquero se destacó dentro de una generación en la que las mujeres tenían una buena representación en ella, así como en Monina Solá, Flor de Bethania Abreu, Amarilis Rodríguez y muchas otras. Ella era un excelente ser humano, muy especial, muy gran persona, era una actriz muy profesional. ella nunca recibió un centavo por su trabajo en el teatro, lo hacía por amor y por vocación, así como también destaca su deseo de ayudar a jóvenes generaciones que buscaban en ella un consejo.

Ella e Iván García estrenaron el Teatro Nacional, siendo los primeros dominicanos en presentarse en un montaje netamente criollo, por los años 70.

Actriz. Brilló con luz propia.

Retrato. Pintura alegorica al personaje histórico de Juana la Loca.

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