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Séptimo arte

El último emperador

Con nueve Óscar, y otros 39 premios más, fue una de las cinco únicas películas que alcanzó todas las distinciones a las que fue nominada.

Protagonista. El reparto demuestra un alto rigor profesional, empezando por John Lone en el rol del emperador.

Protagonista. El reparto demuestra un alto rigor profesional, empezando por John Lone en el rol del emperador.

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo

La cultura China es muy antigua y compleja. Como país, China Continental abarca una gran extensión de terreno y una gran variedad de costumbres y tradiciones. Es, y al parecer ha sido, el país con más población del planeta Tierra, lo que ha traído como consecuencia que su cultura se mantenga a través del tiempo y trascienda como uno de los mitos indescifrables para Occidente.

Entre sus valores se encuentra la tradición de la monarquía que, según algunos historiadores consideran, la dinastía Xia ha sido la primera que proviene desde hace más de mil años A.d.c. Luego, siguen una serie de dinastías tales como: Qin, Han, Tang, Ming, hasta que gobernó, como último emperador de esa gran nación, Pu Yi de la dinastía Qing.

En base a la autobiografía de este último emperador, el director italiano Bernardo Bertolucci se interesa en su historia y la lleva a la pantalla en el año 1987. Noos ofrece una película inolvidable, con una dirección artística que bordea la perfección.

La cinta comienza en Manchurria, en 1950, cuando un hombre trata de suicidarse. Luego, hay un salto en el tiempo hacia atrás, específicamente hasta el 1908, donde un niño de nombre Pu Yi, de tres años de edad, es arrebatado de los brazos de su madre y es coronado Emperador convirtiéndose en “el hombre de los diez mil año, el “hijo del cielo”. Es un niño solitario que va creciendo dentro del Palacio (Ciudad Prohibida ) y que está condenado a no salir de ahí. Afuera, se dan una serie de acontecimientos como la instauración de la República, por lo que tuvo que abdicar en 1912 aunque les fue permitido vivir en la Ciudad Prohibida. En un período de confusión se restaura la monarquía en el 1917, pero solamente duró 12 días.

En el 1924 es expulsado de la Ciudad Prohibida y refugiarse en una colonia japonesa. Cuando Japón invade a Manchurria y fundan el estado de Manchukuo ponen al frente a Pu Yi como Emperador; pero sin poderes algunos. Fue entronizado de nuevo en el 1934 por tercera vez en su vida. Luego, llega el triunfo de la Revolución Maoísta y Pu Yi es encarcelado y reeducado bajo el nuevo sistema para que pudiera comprender la nueva realidad social. Es liberado en el 1959 y pasa a trabajar en el Jardín Botánico de Pekín, hasta el 1963.

Esta película fue nominada a nueve Premios Oscar y ganó todas las categorías para las que fue nominada incluyendo de Mejor Película. Y no es para menos. Bertolucci dirige con soltura y maestría. Emplea decorados majestuosos y una fotografía excelente (a cargo de Vittorio Storaro) mancomunada con una edición de Gabriella Cristiani.

Para la historia del cine fue importante recoger cómo, a través de los años, una figura idolatrada llega a ser un títere de las circunstancias y le ha tocado vivir en un mundo que no es el de sus antepasados. Una economía prácticamente rural y feudal salta a través de una Revolución para instalar un sistema de corte socialista por lo que el “Emperador” Pu Yi quiere aferrarse a su costumbre; pero no puede. Es vencido y termina como un individuo más, sin familia ni herederos.

El reparto demuestra un alto rigor profesional, empezando por John Lone en el papel del emperador y de la actriz Joan Chen en el papel de su pareja. Peter O’Toole (en otra memorable representación), encarna al ayo que se encarga de enseñar y de educar a su majestad. La obra contiene escenarios y colores estupendos.

Hay muchas escenas para recordar. Una de ellas es cuando Pu Yi corre detrás del auto que va su esposa y llega a ver cómo se cierran las puertas, igual que una vez cuando era joven, se les habían cerrado en la Ciudad Prohibida ante la noticia de la muerte de su madre.

Fue una vida difícil y cruda para un hombre que vino a reinar; pero el reinado se lo hicieron a él hasta convertirse en un ciudadano simple; pero cargado de mucha soledad. Esa soledad que muchas veces nos puede llevar a la depresión o a trastornos de ansiedad que por lo general conlleva a enfermar el cuerpo y el alma. Es así como termina El Último Emperador, enfermo de cáncer y muere en el 1967 a la edad de 61 años.

1 Fue el primer film que obtuvo el permiso de las autoridades chinas para ser rodado en el interior de la Ciudad Prohibida.

2 Ganadora de nueve premios ”scar, otros 39 premios, y 12 nominaciones más.

3 Es una de las cinco únicas películas que ha logrado ganar todos los premios a los que ha sido nominada, comparte el segundo puesto de este ranking con la película Gigi.

4 Pu Chieh, hermano del antiguo emperador Pu Yi, asesoró al equipo en la producción del filme

5 Bernardo Bertolucci fue el primer director de Occidente a quien se le permitió rodar en los escenarios originales de la acción, en el interior de la Ciudad Prohibida. En medio de la arquitectura colosal del palacio, con 9.999 habitaciones (los chinos creían que solo el cielo podía tener diez mil), el director consiguió imágenes impresionantes y muy poéticas.

6 El presupuesto estimado del film fue de 23 millones de dólares.

7 El director Bernardo Bertolucci ganó el premio Oscar al Mejor Director. Premiación en la que se dio la circunstancia de que ningún director norteamericano estuvo nominado.

8 Para determinadas escenas fue necesario contratar a 19,000 extras y dar así, todo el esplendor de la cinta.

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