Entre nosotros anda el cuento

“Entre nosotros anda el cuento”, es un conjunto de historias que se encajan en una prosa conducida por el mando de un narrador omnisciente que se pasea por los senderos de la anécdota y el cuento. Cada uno de esos relatos, se plantea a partir de rasgos temáticos distintivos muy específicos que van desde la creación de la humanidad en su explicación religiosa, hasta más jocosa experiencia de la juventud. Todos están enlazados por un marcado interés en resaltar el detalle, por exponer elementos que circundan la historia, sin perder la dirección de lo contado. Resaltan las raíces rurales del autor, elemento que se filtra en el fluir de la lectura, permitiéndonos conocer al que escribe a través de su prosa. Los paisajes de pueblo que sirven de contexto, acercan a los cuentos casi al costumbrismo. Son historias que conducen al lector por un viaje lleno de sabor a provincia y a domincanidad.Su autor, Juan Báez, trabaja la narrativa breve y la no tan breve, conservando en cada pieza la intención perenne del que cuenta una historia que bien puede ser fruto de íntima inspiración, o una anécdota rearmada a partir de la invención. Báez matiza sus relatos con un discurso que se desliza entre lo coloquial y lo filosófico, lo que demuestra que estamos frente a un autor con una basta cultura aunque no hace gala de ella en sus narraciones. Deja que cada historia vaya tomando el curso que necesita para agradar al lector.Los personajes de estos cuentos son extraidos de la cotidianidad popular de los pueblos en nuestro país. El compadre, el loco cuya historia reza que su “anomalía” se debe al padecimiento de una fiebre que lo puso “así”, el hombre de reputación intachable, el venderor de carbón, y con ellos otros trantos que resuenan en el imaginario del día a día.Los temas de “Entre nosotros anda el cuento”, van desde la frutración ante un juego de pelota perdido, hasta el amor más descarnado, todos entrelazados por un humor impreso en la propia anécta y un pesimismo propio de la visión de la realidad que posee el pueblo dominicano. Donde ni uno ni otro se disputa el protagonismo, ambos se mantienen en unidos por el amonizado equilibrio de un autor que los utiliza bajo la conciencia de que ante todo lo que se está es contando.Y, por último, el contexto, ese tercer personaje de importancia en estos cuentos, pues cada relato tiene un sentido y una vida especial dentro de ese encuadre en el que Juan Báez los envuelve.