La magia de los regalos de los Reyes Magos

Oro, incienso y mirra, regalos divinos llenos de la gracia de una profecía. Las celebraciones de estas fiestas de la epifanía son más que regalos, son más que el juguete, es la esperanza misma del amor a una tradición que honra el regalo de Dios al mundo, un cristo, para salvar el mundo, un guerrero divino. Eran muchas las profecías, hoy sabemos que es en realidad lo que significa ese regalo: la enseñanzas de cómo vivir según las leyes crísticas, leyes divinas, leyes de amor.

Nuestras tradiciones son ricas y bendecidas en el amor divino, tenemos muchas y grandes indulgencias por celebrar el “día de reyes”, en la constancia de lo honroso de la tradición, le agrada a la madre, lo sé. Somos un pueblo espiritual lleno de la esperanza que descansa en corazones agradecidos por esos regalos, cargados muchas veces de las más altas pruebas de cariño y respeto. Cargados de la esperanza en ese niño que llegó a un mundo patas arriba para ponerlos a caminar sobre la base de un corazón sublime, y encontrar el verdadero sentido de estar aquí en este planeta.

Es por eso las tradiciones están cargadas de esperanza, como hoy, creo estamos patas para arriba en los valores que vino ese niño a sembrar en el corazón humano que ha olvidado su herencia misma, su linaje sagrado. El niño es la esperanza, por eso son los Reyes Magos para sembrar la inocencia en los corazones de millones de niños que mañana serán los hombres y mujeres que compren los regalos para los niños por venir. Las tradiciones tienen su para qué, y esta celebración debemos mirarla desde el punto de vista de sembrar valores en los corazones de las futuras generaciones, valores que no se venden por el dinero, la compra y venta de las prisas, la compra de los valores humanos, cívicos, de dignidad y por competir en ir más bajos cada día.

Muchos no entienden el significado del regalo porque solo ven lo que compra el dinero, otras veces para salir del paso. Pero no se ha llegado a entender lo que hay detrás de cada compra, cada regalo que se paga con dinero, cada vez que se elije un regalo la intención, el pensamiento de amor y energía que le impregnan al objeto, ese es el regalo. Es la emoción que se siente cuando se recibe un regalo cargado de paz, armonía, consuelo, alegría y todos los regalos que transmiten un corazón bueno, un corazón tocado por la esperanza de un Cristo noble y lleno de luz para cada corazón del planeta. Cuando compre un regalo piense qué desea transmitir a través de él, y ese será el regalo más significativo que cualquiera pueda recibir; los niños leen las impresiones de cada regalo.

Pedir un gran regalo sería que haya paz en este país; no, el regalo sería que despertemos al caos que vivimos para que podamos entender que tenemos que buscar regalos que nos lleven a tener paz bajos los principios y valores que trajo aquel niño. Para que la honra y los valores vuelvan a nuestra sociedad. Eso necesito que me regalen los Reyes Magos.