Altares para elevar la espiritualidad

El tema de los altares es poco tratado en los grupos o instituciones religiosas o espirituales por el poco conocimiento verídico que se tiene sobre ellos. Siendo así que los más populares son los altares de santos donde se hacen fiestas y rituales a esos seres. Aunque ya hoy estamos un poco más abiertos a identificar y reconocer la diversidad de altares y fuentes de anclaje de energía de una infinidad de campos de creación en la materia, aunque con poca conciencia y claridad de lo que se está haciendo. Hay una cantidad enorme de estos centros que más que ayudar a la espiritualidad, son acopio de concentración de toda clase de energía de extractos de baja y maléfica vibración.

Muchas de las personas que cuidan y veneran estos sitios son esclavos de por vida de unos seres que solo buscan alimentarse de su energía vital. Siendo muy frecuentes los estados de hacinamiento, suciedad, enfermedades y hasta muerte, en muchos casos. También muchos sirven a muertos que por años o siglos se han hecho pasar por seres de luz divina, dando dádivas de soluciones a problemas que al final causan más dificultades. Aquí es donde radica el enganche de estos seres para tener siempre sometidos a los que por desconocimiento o maldad, control o avaricia van a esos supuestos seres de luz a buscar ayuda.

Un altar o una simple mesa, con varios objetos, se puede convertir en algo oscuro, lleno de sombras, que puede desempeñar una infinidad de funciones, ignoradas por la mayoría, pues la generalidad considera que solo sirven para encender velas o adorar santos. No obstante, sí hay muchos altares de luz divina en muchas partes, dentro y fuera de la Tierra, centros de energía de amor y luz que emanan de los corazones de seres humanos y seres de otros estados de frecuencia y tiempo que sí en verdad están dispuestos ayudar a las personas que aún no saben cómo encender su altar propio: el corazón.

Se ignora que un altar es un lugar que funge como portal donde se concentra la energía de un lugar a través de una llama sagrada, que es el fuego que se enciende para hacer una conexión de un nivel más alto, a través del cual pasa la energía espiritual. Toda actividad, cualquier acontecimiento trascendental que tenga importancia para los seres humanos lleva un altar, el que inconscientemente se crea siendo este el centro de la actividad. Ejemplo de esto es la antorcha olímpica que enciende un fuego sagrado que es el centro de los deportistas, ese fuego no se paga y vive en el corazón de cada atleta.

Existen infinidades de blancos e iluminados altares que son lugares sagrados donde en verdad se enciende una llama sagrada, que representa una energía divina y buena en todos los sentidos; respecto a los otros altares, solo deben dejar el temor del castigo si se deshacen de las sombras, vayan a la luz, solo ella es el sendero para todo lo que necesite y desee.