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DOS MINUTOS

Perdónese a sí mismo

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Luis García DubusSanto Domingo

Mi compadre tuvo una discusión con su esposa y como sucede muchas veces, en medio de su incomodidad dijo palabras duras de las que luego se arrepintió.

Poco después le pidió perdón a su esposa por lo que hizo, y ella, comprensiva, lo perdonó. Pero la cosa no terminó ahí. Mi compadre quiso también pedir perdón a Dios, así que fue donde un sacerdote, se confesó y también recibió plenamente el perdón absoluto del Dios misericordioso.

Lo extraño era que él se sentía mal consigo mismo después de haber recibido el perdón comprensivo tanto de ella como del mismo Dios. ¿Qué lo hacía seguir sintiéndose mal de todas maneras...?

He hecho esta pregunta a muchas personas y grupos, y todos han dado con la respuesta correcta: “porque aún él no se había perdonado a sí mismo”.

En el evangelio de hoy el Señor nos habla del perdón a quienes nos han ofendido. Por eso es que quiero hablar del perdón y afirmar que la primera persona a quien tenemos que aprender a perdonar es a nosotros mismos; de lo contrario se mantendrá viva una voz interior acusadora permanente, atacando inmisericordemente nuestra debilidad y defectos. ¿Viene esta voz de Dios? Mire lo que dice en Isaías 54, 15:

“Si alguien te ataca, no será de parte mía”

Así que esa voz acusatoria no proviene de nuestro Dios lleno de misericordia, sino de nuestra pobre sicología enferma, y es la primera que tenemos que acallar si deseamos lograr tener lo más importante que debemos aspirar: Paz interior.

Sobre el perdón se ha escrito mucho, y deseo compartir con usted las ideas que más me han ayudado personalmente. He aquí algunos párrafos e ideas cortas.

Perdonar no es olvidar; es volver a perdonar cada vez que nos venga a la mente ese estúpidamente mortificante recuerdo.

“No está en nuestra mano no sentir ya la ofensa y olvidarla; pero el corazón que se ofrece al Espíritu Santo, cambia la herida en compasión, y purifica la memoria transformando la ofensa en intercesión” Catecismo Católico (No. 2843)

“Si juzgas a las personas no tendrás tiempo para amarlas”. Confucio

“Ojo por ojo - y todo el mundo acabará ciego” Mahatma Gandhi

“Guardar resentimientos es como tomarse un veneno y esperar que la otra persona muera.”

“Señor, enséñame que perdonar es un signo de grandeza, no de debilidad” Mahatma Gandhi

“Causa más satisfacción, felicidad y paz, perdonar que vengarse” Benjamín Franklin

“Perdonar no es absolución. Lo que nos hicieron estuvo mal, y sigue estándolo. Decir “yo te absuelvo” sería jugar a ser Dios. Pero un corazón lleno de la misericordia puede decir “yo no te juzgo; yo te perdono”

“Nosotros podemos mantener un deseo y una actitud de perdón, y Dios sanará nuestro corazón herido.

“Perdonar es dar un paso adelante y seguir nuestro camino en paz”

La pregunta de hoy ¿qué hacer?

después de nosotros mismos, la persona más importante que tenemos para perdonar es a nuestros padres, y principalmente a nuestro papá. él hizo en todo momento lo mejor que sabía y podía hacer. no podía ser mejor. nosotros también estamos haciendo lo mejor que sabemos y podemos hacer en este momento, así que hágase y hágale el mejor regalo:

perdone a su papá

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