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SENDEROS

Exaltando lo divino sobre lo terreno

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Thany Matos de SuccartSanto Domingo

No debe el ser humano bajo ningún concepto poner su condición humana sobre su condición divina, siempre debe ser el espíritu el que domine la carne. Si basan su existencia sobre lo que ven o palpan y creen que es todo lo que hay, nunca alcanzarán la divinidad terrena. No es que vayan a ser reyes o dioses terrenos, no, es saber que su condición terrena, si obran de acuerdo a lo que el espíritu indica, les puede dar condiciones materiales para vivir y cultivar su condición divina.

No importa lo que haga cada quien, si es rico o pobre, el ser humano está adecuado para medir su riqueza en formas no medibles con base en el dinero, sino con base en lo divino material. Con el tiempo se han convencido de que para tener una vida plena hay que tener dinero.

Pero, “para tenerlo todo debo dejarlo fluir y Dios me da todo lo que necesito”. Sea mucho o poco, y esto no tiene que ver con la inconformidad, porque nadie debe conformarse con lo incompleto; se ha demostrado que la felicidad va de mano con la paz.

Conocer la condición terrena de la vida es muy fácil pero no la ponen en práctica, no aceptan la felicidad y la prosperidad como un hecho, creen que para ser felices deben tener cosas materiales. Si basan sus vidas en eso nunca serán felices ni en lo material ni en lo espiritual tampoco.

Alguien dijo que si no aprecias lo que tienes, nunca serás feliz con lo que no tienes, y no es que no debas querer más de lo que tienes en este momento, no es que seas conforme ¿cuándo has visto un conformista, un impostor o un autoritario feliz? Solo deben revisar las prioridades que tengan con respecto a lo humano y divino. Lo humano no se sacia de lo terreno, mas el espíritu sí se sacia de lo divino. Si ustedes ponen primero su bienestar espiritual sobre su condición humana terrena, podrán alcanzar la estabilidad emocional que los llevará a buscar y conseguir lo que en realidad su condición humana necesita para ser feliz.

Las personas podemos ser ricas en el espíritu y en dinero, pero debemos recordar que ser ricos no significa abundancia de las cosas, sino ecuanimidad en lo que se posee, sea mucho o poco. Porque a veces no somos buenos administradores espirituales con los bienes que poseemos.

Si usted no puede cuadrar lo que ve, nunca podrá cuadrar lo que no ve. No importa lo mucho o lo poco que tenga, si no tiene el real conocimiento de su condición divina, no tiene nada.

Muchas personas dicen “yo hago con mi dinero lo que me dé la gana”, entonces si saben qué hacer con sus bienes materiales cómo no saben qué hacer con su divinidad espiritual que es más grande e intensa que sus bienes materiales. Tienen que sobrepasar el caos mental que tienen para aplacar la mente y dejar que el espíritu divino que mora en cada uno se manifieste en bienes divinos y materiales, al tener el caos como principio diario pierden la capacidad para enfrentarlo porque no tienen la paz que el divino espíritu les da. ¿Vamos entendiendo?

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