El solsticio de verano

El domingo 21 de junio ocurre uno de los acontecimientos más trascendentales del año, es el día del solsticio de verano o pleno verano, el día más largo del año, considerado por los antiguos como una de las festividades mayores; ellos dirigían sus ojos al firmamento observando un saber que poco a poco se ha ido perdiendo en la noche de los tiempos, nos legaron un conocimiento que nos provee explicaciones existenciales y formas de vivir en armonía con la naturaleza, aunque en el hemisferio norte es verano, en el hemisferio sur sucede el solsticio de invierno.

El término solsticio, deriva del latín, significa “sol estacionario” y es que durante los solsticios, el sol parece detenerse. Este día está lleno de magia por las costumbres ancestrales, el sol está entrando a la constelación del cangrejo, un signo de agua que se relaciona con la familia, el hogar y las emociones, coincide además con las conocidas festividades de San Juan, tradición que proviene de Europa y se ha extendido en América.

Para celebrar el día más largo del año, muchos rituales de fuego se iniciaban en la víspera de la fecha, representando el poder del sol y para ayudarle a renovar su energía, se encendían fogatas en las cimas de las montañas, y se organizaban procesiones con antorchas, entre otras actividades y ceremoniales que incluían bailes y saltos alrededor del fuego para purificarse y protegerse de influencias negativas o demoníacas, asegurando así el renacimiento del sol.

Es un tiempo para celebrar tanto el trabajo como el placer, el verano representa el calor de la juventud, ideal para compartir con los niños y sus juegos. Es tiempo de celebrar el final del año creciente y el comienzo del año menguante. Los antiguos solían prepararse para la cosecha por venir augurando prosperidad.

Desde el punto de vista espiritual y emocional es un tiempo adecuado para renacer, reinventarse, disponernos a abrir nuestra casa y nuestras emociones para que entre la Luz, tiempo para sanar viejas heridas, hábitos que nos atan, sanar miedos o actitudes que impiden que podamos tener éxito en nuestros proyectos.

El verano viste la naturaleza de tornasol, predominan las tonalidades claros, amarillos, en flores y frutas, representando el brillo y poder de la luz. Tradicionalmente, los agricultores daban gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus labores. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los mismos hombres.

Regularmente, en esta estación en Santo Domingo realizamos talleres que favorecen armonizarnos con la naturaleza. Trabajaremos los talleres: “Reinventa tu vida”, “Despertando tu intuición”, y “Tu carta astral: una herramienta de crecimiento personal”. Todos al alcance de ti y sabatinos. Infórmate mejor en el 809 686 1022 o en el 809 729 7020 o escribiendo anamirtha777@gmail.com