PENSAMIENTO BÍBLICO

Sabiduría e inteligencia

“Aquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca”, Proverbios 4:5.

Ambas cosas son necesarias para dirigir. Sabiduría e inteligencia de Dios. No del maligno. Por consiguiente, las lecciones del proverbista apuntan a una vida sabia e inteligente guiada por Dios.

El énfasis es lograr estos valores, a fin de adornar con gracia nuestras cabezas. Que ambos sean corona hermoseando la existencia.

Menospreciarlos resulta en pérdidas. Buscar sabiduría e inteligencia de Dios es ganar a Jesús y tenerle en el corazón. Por lo tanto, la mejor consejería viene del Verbo encarnado. Sus razones nos visten de un carácter espiritual.