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La globalización del terror

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DARIS JAVIER CUEVASSanto Domingo

A nivel global la sociedad ha entrado, en las últimas décadas en ser víctima de la peor crueldad que puede pasar la humanidad, como es el caso del terrorismo a escala planetaria, cuya máxima expresión es la concretización es la violencia como mecanismo de ejecución, en su diferente manifestación y su salvajismo. Pero es que como vía de ejercer la violencia, el terrorismo se lleva acabo e impacta en el ámbito en el mundial de forma intimidatoria, lo cual provoca una preocupación de carácter general.

Tal situación tiene una mayor trascendencia por que el terrorismo es la dureza por medio del cual se ejerce el terror y de esta manera se procura incidir y controlar el comportamiento psicológico de los ciudadanos a partir de actos violentos con la finalidad de engendrar miedo. Es esa la razón por el cual terrorismo se empeña en imponer y presionar a la sociedad y a las autoridades competentes, lo que explica en una alta proporción el hecho de que se escogen espacio de grandes concentración de personas y plazas comerciales como vía de llamar la atención pública.

Hay que resaltar que a ciencia cierta, el terrorismo no es ejercido de manera exclusiva por grupos políticos ni de derecha ni de izquierda ya que no existen evidencias empíricas que demuestren que estas reprochables acciones pertenecen a grupos de identidad estructuradas, más bien de fanatismo y por esa razón son difíciles de identificar e infiltrar. Pero a su vez, es difícil de pronosticar con precisión en el momento en que pueden actuar y donde pueden hacerlo, así que combatir el terrorismo y juzgar a los terroristas son tareas que resultan muy dificultosas para un gobierno. A la luz de la razón, el terrorismo global tiene como principales características que sus actos de violencia lo realizan de manera indiscriminada para que sus efectos alcancen a la totalidad de la población, utilizan la imprevisibilidad y la sorpresa como mecanismo de infundir terror, escogen las áreas más vulnerables, son actos que no tienen límites de fronteras y toman de rehenes como escudos humanos. Esto conduce a pensar que cuando el terrorismo actúa más allá de los límites de las fronteras nacionales, se está ante la presencia de la globalización del terror a nivel internacional.

En los últimos años ha quedado evidenciado que el terrorismo internacional ha incidido de manera transversal sobre la economía global ya que tales acontecimientos como los que se han registrado en Francia, Inglaterra, EE.UU, Grecia y España han puesto de manifiesto que las perspectivas de los gastos directos en la contención del terrorismo serán mucho mayores que las pérdidas económicas causadas hasta el momento. Es por esta razón que la literatura económica permite interpretar que si bien el crecimiento económico y la producción son afectados negativamente por actos de terrorismo, no existe una relación uniforme en todos los países ya que la naturaleza variada de este y el nivel de seguridad son todos factores que influyen en determinar lo costoso que puede ser el terrorismo para la economía.

Para que se tenga una idea del impacto del terrorismo en la economía mundial, solo hay que observar que para contrarrestar estos actos crueles, los costos globales de estos han representado la temible suma de US$ 117,000 millones de dólares en 2014, en lo cual EE. UU acumula el 70% del total del gasto mundial en seguridad nacional. En adición, durante el periodo 2001-2014 el gasto en agencias de seguridad interna en EE UU ha sido de 1,1 billones de dólares, para una media de 73,000 millones al año.

Más aun, Las cifras mas confiables, reflejan que los ataques terroristas causaron un impacto económico de más de 49,000 millones de euros sólo en 2014, que es la cifra más alta desde que se tienen registros, al año 1997, lo que supone un incremento del 61% respecto al 2013 y diez veces más de lo que se estimó el año 2000, pero es que se calcula que los conflictos del terrorismo han venido causando un retroceso del 2% del crecimiento del PIB en una economía mediana durante al menos dos años. En términos mas concreto, los efectos económicos de los ataques terroristas de París tuvieron un costo financiero de más de 2.000 millones de euros, debido a la disminución del turismo y del gasto en consumo, equivalente a un 0,1% del PIB de Francia.

Aunque el terrorismo global es reprochado por la humanidad a escala planetaria, estos actos son alimentados de manera directa e indirecta por que los instrumentos y armas que se utilizan en su ejecución son unos de los negocios más lucrativos que predominan en el mundo. Como prueba irrefutable de tal afirmación está el hecho cierto de que el porcentaje de la producción bruta mundial dedicado a armamentos alcanza ya como promedio cifras entre el 6% y el 8% de dicho PIB mundial, el cual tiende ampliarse si se toma en consideración el compromiso de las grandes potencias de incrementar anualmente en un 3% del PIB sus gastos en armamentos.

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