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PUNTO DE MIRA

Mal olor tiene dinero de Duquesa

El vertedero Duquesa apesta. Los malolientes manejos se perciben desde lejos, pero nadie ha sido imputado por la forma en que se manejan esas operaciones. Con frecuencia hay un ir y venir de críticas que asemejan un juego de malabares para distraer la opinión pública. Se investigó el origen del contrato y nada se ha desprendido de allí.

Legisladores y líderes municipales hablan contra la forma en que se maneja el vertedero y hasta reclaman la intervención de autoridades reguladoras, pero ocurre como con las lluvias, que echamos en falta el paraguas cuando lo necesitamos. Si los dueños del vertedero elevan las tasas de operaciones hay gritos que el aire disuelve.

En el pueblo las voces lapidarias afirman que entre bomberos no se pisan las mangueras. Tal parece que con el Vertedero de Duquesa ocurre lo mismo. Este depósito de desechos despide pestilencias todo el tiempo y es algo que puede ocasionar males mayores. Pero no se toman medidas ni se buscan los orígenes de los problemas.

Este depósito tiene su origen en 1995, cuando un decreto de gobierno de Joaquín Balaguer entregó este espacio, propiedad del Consejo Estatal de Azúcar (CEA), para el usufructo gratuito por 20 años de parte el Ayuntamiento de Santo Domingo. En principio eran 37 hectáreas y actualmente son 90 pero ya el Estado perdió el control sobre los terrenos. Según se ha dicho la empresa Lajun Corporation es la propietaria pero con documentos plagados de irregularidades. El tema va y viene como carrito del concho que tiene paradas efímeras. El negocio continúa. A veces el mal olor llega hasta la población por el descuido de los operadores o ejerciendo presión para que les abonen sus reclamos. En otras oportunidades la pestilencia se convierte en coimas. El zipper del dinero cierra las bocas.

Todos los años del mundo se habla del uso de los desechos para fines de relleno o de multiplicar los ingresos mediante el uso de la basura. Algo debe haber oculto en el fondo de los desperdicios que es oro, porque no se modifican los estilos. Siguen en lo mismo 22 años después de iniciadas las operaciones en Duquesa. Otra vez surge el tema y hasta los políticos de oposición reclaman claridad sobre el manejo de los desechos. El PRM critica, el alcalde de la capital se expresa, pero son oleadas que se disminuye en la pleamar. Lajun es poderosa.

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