Andrés: El insidioso

En sus “Tres ensayos acerca de la relación entre intelectuales, el Poder y sus instancias”, mi profesor Diógenes Céspedes, para quien en su “condición de poeta y hostosiano radical”, el ideal de justicia está por encima del ideal de cultura, declara que por mucho que luchen los sujetos, clases o grupos contra el Poder, “éste existirá siempre, al menos mientras haya forma de organización social”. Céspedes, cuya honestidad me consta, pues ha sido el único director de la Biblioteca Nacional que no usó la jeepeta asignada, sino su modesto carrito para desplazarse, afirma, además, en ese texto, saqueado por este escribano, que “en política no hay amigos, sólo intereses” (¿quién lo sabrá más que yo?). Pero no quiero hablar de Céspedes, de credenciales harto conocidas pese a su tendencia blanca. Quiero hablar de otro “impresionante y laureado intelectual”, Andrés L. Mateo (Andrés Luciano Mateo, y, como sé que él no responderá, esto va para la historia, para que cuando se analice su paso por esta vida, no sólo se vean las manchas del Sol, sino su luz, como dijo el gran Goethe, ya no José Martí). Ya en 1996, Andrés se atrevió a escribir que a Juan Bosch lo llevaron “endrogado” a la firma (para la segunda vuelta) del “Frente Patriótico”, y pese a su Alzheimer, el cual le permitía recordar todo lo vivido a excepción de unas lagunas mentales de hechos recientes, cuando le pregunté a don Juan ópese a la oposición de Diómedes y doña Carmenó me dijo que ese “era un invento de sus enemigos”, pues ese pacto le abrió las puertas del poder a Leonel y al PLD. Después, hubo otros “pactos” entre el PRSC-PRD, como aquél del que habló Hatuey de Camps de “Acuerdo en el desacuerdo” que consistió en impedir que Balaguer endosase la candidatura a Danilo Medina y obligar al PRSC a no pactar en las elecciones municipales con el PLD (que Balaguer asintió no por pacto alguno, sino porque no concebía su vida fuera del poder y creía poder regresar), y el asunto llegó hasta HM, “amarrar una chiva en el patio de la casa de la Máximo Gómez”, pero Andrés, que fue funcionario de ese gobierno, enmudeció, y ya no en su condición de militante blanco, sino de intelectual, porque como ensayista tiene una vieja obsesión de analizar a Trujillo, el Balaguerato y al PLD, ¡nunca así al Perredeato con su vocación de arrasarlo todo! Aquella mentira me llevó a escribir tres artículos en el desaparecido “El Siglo”, intitulados: “¡Te pasaste, Andrés!”

FORMIDABLE ENSAYISTA y prologuista, pero deprimente poeta, si es que se le compara con un Cayo Claudio Espinal, José Mármol o el propio Tony Raful, así como pésimo novelista al lado de un Efraim Castillo, Diógenes Valdez o Manuel Salvador Gautier (y esto no lo digo por inquina, ni envidia alguna, aunque aquí se ejerce la literatura en “grupos de autobombos”, sino que les invito a que vayan a la descripción de Trujillo, charreteras y parafernalia, en la “Balada de Alfonsina Bairán”, para que comprueben la forzada fluidez y espontaneidad en el narrador), el notable filólogo Andrés Luciano Mateo, quien nunca ha escrito, algo inaceptable en un intelectual, que ahora se destapa en “Clave Digital” con otra fábula: que Carlos Boicochea, colombiano, asesor de imagen y estratega electoral del PLD, produjo un informe de 62 páginas, pero del que sólo leyó 16 porque quien le suministró el documento tenía miedo, y que allí se planteaba desmembrar al PRSC, neutralizar 300,000 votos perredeístas, producir un nivel de propaganda muy próximo a la saturación. Toda una sarta de embustes, porque como John Nash, Andrés está confundiendo sus ficciones con la realidad. Es un mitómano. Él no tiene tal informe, ni tuvo acceso a él. Si algo sabe, es algo de “oídas” suministrado por un boca suelta. Después, todo el articulejo de Andrés no es más que burundangas con las que quiere restar méritos a Leonel Fernández, aunque, como maña vieja, tampoco recoge lo que dijo el ‘garmopio’ Orlandito: que no hay planes en lo futuro de alianzas entre el PRM y el PRSC. Y no puede haberla, porque desde el amarre de la chiva, la Alianza Rosada y los agentes pagados por el PPH dentro del reformismo, dejaron el gallo desflecado tirado en el desierto. Lo que dice Andrés de Leonel lo escribe cualquiera, incluso el insidioso, porque es su política pública: que en una sociedad tripartita, la fuerza de dos le ganan a uno, y, con el desgaste del ejercicio gubernamental, se agenció el apoyo de los ex aliados del PRM a los cuales éste no cumplió durante su boato. A Leonel hay que juzgarle por su obra, no porque la política tenga o no tenga corazón, que debo aclararle al profesor Céspedes, que eso es así no desde Maquiavelo, sino desde la primera monarquía, la del rey David.

PERO HAY COSAS de las que Andrés, distinto a Bosch y a Leonel, no escapará, como su carta de renuncia a Tony Raful cuando era subsecretario de Cultura de HM; aquel famoso artículo sobre “El Mito Guadamuz”, cuando Jacqueline Malagalón, que “dejó de serlo” desde que lo ingresaron al “equipo” (que compró el Camry dorado); y los artículos acerca del discurso poético (??) de la agregada cultural de la Embajada de España, Pepa Acedo, que pese a la degustación de jamón de bellota en la Madre Patria, no existe tal discurso, como no existe el de Koldo, ni tampoco el discurso poético del gran filólogo y laureado ensayista Andrés L. Mateo. O quien lo encuentre, ¡qué lo muestre! Aunque tengo la certeza de que jamás será mostrado, como tampoco él podrá mostrar en lo inmediato el “Informe Boicochea”, pues su artículo lo escribió de oídas. ¡Nos conocemos!

P.D: Como Andrés Luciano Mateo no se cura, le muestro este artículo, ya viejo, cuando Leonel, que se inventó un “Informe Boicochea”, tan irreal como real es que estudió en Cuba con carta de recomendación de Juan Bosch, y que pretendió que Leonel lo nombrara en la Unesco. Todo le nace al señor de su impotencia y sus ambiciones, que al parecer lo dejarán morirse, pues no importa Danilo que Leonel, el PLD arriba lo está matando. (a.u.).