Dios y el dinero

Dios es el creador del dinero e invita al ser humano a trabajar y a producir, por lo tanto, entre Dios y el dinero no hay dificultades, tal y como está ahí. Pero qué ha pasado, hay una frase en el evangelio que dice, “No se puede amar al mismo tiempo a Dios y al dinero”. Cuando los seres humanos hacen del dinero un dios, entonces dejan de amar a Dios, porque lo ponen en Su lugar, y esto es tan terrible, porque decir Dios no solamente es la persona Dios, son los valores de Dios. Cuando una persona deja de ser honesta y sólo se dedica a buscar el dinero, ha dejado a Dios; cuando una persona comete injusticias frente a los demás, no solamente ha dejado a Dios, junto con la injusticia, porque lo que se deja es la injusticia, pero en el fondo es a Dios, a los valores éticos. Por eso hay mucha gente que dice, “mis cuartos son mis cuartos”, usando el lenguaje popular, “el que se meta con mi dinero, yo lo aplasto”. Esas personas no están poniendo en primer lugar a Dios, por eso, los que aman al dinero, los que se corrompan, se alejan de Dios, no quieren saber de Dios, ni de las personas que son honradas, honestas, los que en la vida política cumplen las leyes antes que aceptar sobornos o corrupción, esas personas resultan molestas a los que ponen en primer lugar y aman al dinero, los que han puesto su corazón en el dinero. Allí, donde está tu tesoro, estará tu corazón. Si tu tesoro es Dios, allí estará Dios y también tendrás tu dinero, pero si tú solamente amas al dinero, en el cofre y en el banco estarán tu tesoro y tu dios.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.