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EN LA RUTA

El Foro

El que durante tres días 360 estudiantes meritorios, representativos de las 18 regionales educativas del país, se vieran cara a cara con el ministro de Educación, Andrés Navarro García, para de una forma franca y abierta exponer y debatir las realidades del sistema, ha sido un gran paso de avance.

La actividad, celebrada con criterio de magno evento, incluyó, aparte de ponencias, conversatorios y propuestas, espacios de reflexión así como manifestaciones artísticas de los congregados, logrando amplios grados de sinergia, empoderamiento, inclusión, y hasta lágrimas.

Aumento de embarazos, la violencia estudiantil, el acoso sexual, la deficiencia magisterial y debilidades en la educación inclusiva, fueron solo algunos de los puntos que señalaron los estudiantes y que fueron respondidos por el ministro.

Para nadie es un secreto que a diferencia de hace más de sesenta años cuando las escuelas eran referentes de calidad y rectitud, el esquema educativo público tiene preocupantes atrasos que van desde la calidad de la enseñanza hasta la formación en valores. Debilidades que se reflejan en las aulas pero cuyas consecuencias impactan rudamente la sociedad. Un problema complejo que conjuntamente a la necesidad de adecuación y recursos, involucra a los docentes y tiene que ver con lo que se enseña y la forma en cómo se hace.

Un listado crítico que por la acumulación histórica se hace amórfico y al que hay que sumarle el anquilosamiento y la insuficiencia de infraestructuras e instrumentales. Retos con los que luchan a diario los recursos del 4 por ciento del PIB asignados a la Educación y sobre los cuales el gobierno y las autoridades diseñan y ejecutan acciones.

Solo que dentro de ese escenario faltaba la voz estudiantil; el objetivo a donde no solo van dirigidos los esfuerzos, sino también los resultados y el que curiosamente hasta hace un tiempo no había sido tomado en cuenta de manera puntual y categórica. Un error histórico muy parecido al chiste del médico que diagnostica y prescribe sin preguntarle al paciente como se siente pero que afortunadamente ha sido enmendado por Navarro quien ha importantizado la opinión del alumno para hacer más eficaces las medidas e integrarlos como la parte fundamental del proceso que son.

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