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El riego país en un contexto global

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DARIS JAVIER CUEVASSanto Domingo

En la actualidad, asistimos a un mundo de alta vulnerabilidad caracterizado por la incertidumbre y altos niveles de desconfianza, en el cual todos los negocios e inversiones se desenvuelven en ambiente de inseguridad y riesgo. En el mundo empresarial es imposible no tener cierto nivel de incertidumbre, el cual está dado por las condiciones externas que rodean a la empresa, sobre las cuales no se tiene ningún control, pero igual suerte corre el mundo político, pues la sumatoria de ambas, valoración aplicado a un país, es lo que se denomina riesgo país.

Enfocado desde una perspectiva estrictamente económica, entonces, el riesgo país es el riesgo de una inversión económica debida sólo a factores específicos y comunes a un cierto país, el cual puede entenderse como un riesgo promedio de las inversiones realizadas en un momento y espacio determinado.

El riesgo país se entiende que está relacionado con la eventualidad de que un Estado soberano se vea imposibilitado o incapacitado de cumplir con sus obligaciones con algún agente extranjero, por razones fuera de los riesgos usuales que surgen de cualquier relación crediticia.

Es importante resaltar que lo relativo al soberano se establece como un riesgo al referirse aquel que poseen los acreedores de títulos de estatales y que indica la probabilidad de que una entidad soberana incumpla con sus pagos de deuda por razones económicas y financieras.

Esto implica que la imposibilidad de pagar el capital, los intereses y los dividendos, debido a la escasez de divisas que tiene un país en un momento determinado, como consecuencia de la situación económica en la que se encuentre.

Existen razones multifactoriales que determinan el riesgo país de manera directa, entre los que se destacan estabilidad política predominante que se refleja en cambios abruptos o no planificados en instituciones públicas o en puestos políticos, la existencia de un aparato burocrático excesivamente grande, el cual disminuye los incentivos a invertir en el país para atraer capitales.

Por igual, los altos niveles de corrupción, que generalmente se asocian a una burocracia grande, la actitud de los ciudadanos y de los movimientos políticos y sociales pueden ser un factor de riesgo para el país, los patrones de crecimiento económico y su volatilidad.

También ha de considerarse los niveles de inflación, la política cambiaria en ejecución, la fortaleza o debilidad de la moneda del país, el perfil de la deuda pública, el alto nivel de estabilidad o inestabilidad macroeconómica del país emisor de deuda, el grado de autonomía institucional del Banco Central. Es fundamental en la exposición al riesgo país, el desempeño de las finanzas públicas, en particular, la restricción presupuestaria y el déficit fiscal con respecto al PIB. A pesar de que en el riesgo país como indicador se encuentra un termómetro que permite apreciar la ruta por la que transita la economía, existen discrepancias importantes que generan posiciones encontradas. En efectos, a favor se entiende que el índice es útil ya que suponen que cuando se mantiene dentro de los rangos normales, su evolución puede indicar el rumbo que tendrá la economía de un país. La lógica de este razonamiento que subyace detrás es el movimiento de la inversión, pues si el país se vuelve menos riesgoso y los indicadores bajan, entonces se atraerán capitales, la inversión aumentará y por lo tanto el empleo y el producto.

Por el contrario, quienes asumen una visión distinta sostienen que el riesgo-país es un indicador de la solvencia de un país y de la calidad de determinadas políticas económicas medidas desde la óptica de los acreedores de la deuda externa, se basan en percepciones, y por lo tanto el resultado que se obtiene es subjetivo ya que este indicador no mide el verdadero riesgo país que está relacionado con la carencia de salud y educación, con los elevados grados de corrupción e ilegitimidad que corroen los fundamentos del sistema democrático, etc. No obstante la discrepancia a la vista, en lo que sí se está de acuerdo al ponderar el riesgo país es que este es el resultado de tener una valoración del riesgo político, en el cual se consideran factores como el sistema político, alternativas al régimen político, el contexto regional del país, entre otros. La evaluación de estos factores tiende a calificar el control gubernamental, factores potenciales de desórdenes internos y la influencia exterior sobre la estabilidad política del régimen y el respecto al orden constitucional.

En tanto, que la otra valoración es la del riesgo económico en el cual se consideran factores como los recursos financieros, el PIB, dirección económica, las políticas económicas seguidas, balanza de pagos, entre otras. La evaluación de estos factores tiende a valorar la habilidad en la dirección económica y la capacidad del gobierno para realizar cambios estructurales capaces de promover la estabilidad politica, económica y social.

El autor es economista

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