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FIGURAS DE ESTE MUNDO

La buena tierra

Jesús expuso claramente a sus discípulos la interpretación de “La parábola del sembrador”. Dijo que el sembrador representa al que anuncia las buenas noticias; los cuatro tipos de terrenos, a los oyentes, y las semillas, la palabra. Describió magistralmente las distintas reacciones que produce la siembra del evangelio, y los poderosos factores que impiden la respuesta esperada al mensaje de Dios, esto es, Satanás y la dureza del corazón humano; contrariedad y persecución; ansia de riqueza y afanes de este mundo.

La explicación de la parábola es como sigue: las semillas que cayeron en el camino representan a los que escuchan las buenas nuevas, pero viene Satanás y les quita la palabra sembrada en su corazón; las que cayeron entre piedras simbolizan a quienes oyen el mensaje del reino de Dios y en seguida lo aceptan con gran alegría, pero tan pronto surgen los problemas o son maltratados por obedecer a Dios, se olvidan del evangelio; las que cayeron entre espinos encarnan a los que oyen la palabra, pero no dejan que la palabra cambie su vida. Solo piensan en las cosas que necesitan, en cómo ganar dinero y en cómo disfrutar de esta vida.

Por último, están los que representan la buena tierra. La respuesta que ofrecen a la predicación del evangelio es de total entrega, sin dejarse desviar por el poder de Satanás, la seducción del mundo o las pruebas del discípulo de Cristo. Son como las espigas que dieron treinta granos por semilla; otras, sesenta, y otras cien.

Así concluyó Jesús: “Y aquellos que fueron sembrados en buena tierra son los que oyen la palabra, la reciben y producen fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno”. (Ver Marcos 4:14-20).

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