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PANCARTA

Atrapados y sin salida en el juicio de la historia

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Raúl Pérez Peña (Bacho)Santo Domingo

El juicio de la historia no se edifica con artificios típicos de farsas recurrentes como el montaje oficialista que ahora protagoniza una sentenciada a 8 años bajo graves cargos delictivos en Brasil.

En el juicio de la historia hay un pueblo observador, sacrificado y con rostro de expresiones características de la indignación popular.

A ese pueblo lo veremos mañana en San Francisco de Macorís.

El oficialismo galopa “con anteojera y foetes” con la apariencia de precipitarse. De ahí las múltiples reacciones provocadas en diversos ámbitos por las declaraciones de un titular de la cúpula del Comité Político del PLD, escoltado por sus dos máximos representantes.

El declarante intentó legitimar lo imposible, con gestos y palabras de irrespeto y desvergüenza, buscando hacer creer lo que dijo en Brasil la mujer reo simulando retractarse en lo que no pasó de retratarse a pedido de su principal cliente en nuestro país.

Esa proyección televisada del “trío de ases” del Comité Político, se tradujo en punzar la indignación con el PLD, el partido que registra las peores marcas de corrupción en la historia dominicana.

Prueba al canto, previa y pronosticada: vea atentamente la marcha verde mañana, cuyo coro multitudinario repercutirá vigoroso en todo el nordeste: “El pueblo trabajando y el PLD robando”.

“Quien no tiene hecha no tiene sospecha”. Este principio da soporte a la modalidad jurídica “versión libre”, según la cual el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue citado por la Justicia para declarar sobre el caso Odebrecht.

Si el Presidente Santos no se opone a declarar en la modalidad “versión libre”, la pregunta es: ¿por qué otro Presidente caribeño, ha de oponerse?

En RD aplica la sentencia de Yogui Berra: “El juego no termina hasta que no se acaba”.

Como aquí el partido sigue en marcha, se impone apelar al juicio de la historia para pensar que se sienten acorralados y sin salida”.

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