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FUERA DE CÁMARA

¡…A los 44 años!

Un día como hoy --en 1973, hace 44 años--, fue asesinado Gregorio García Castro, uno de los seres humanos de mayor nobleza y talento creativo que ha dado la prensa dominicana.

A su lado di mis primeros teclazos, y mi formación profesional ha marchado siempre alrededor de su recuerdo y de sus enseñanzas.

Tenía tan sólo 36 años cuando fue abatido por sicarios policiales que lo emboscaron una primanoche al salir del periódico Última Hora, donde laborábamos. O sea, que Goyito estaría cumpliendo 80 años de edad, y fuera hoy un venerable octogenario.

Aquella noche habíamos terminado la jornada diaria y Goyito aún tenía pendiente su columna “En un Tris…” cuando nos despedimos para vernos un poco más tarde y salir juntos del periódico. El periodista colombiano Augusto Obando había ido a buscarme para compartir una cerveza donde los griegos de la calle El Conde con 19 de marzo, a unos 200 metros.

No había transcurrido ni media hora cuando escuchamos los disparos, y al llegar al lugar encontramos su cuerpo aún sangrante con las rodillas en la cuneta y el torso y la cabeza sobre la acera. Es posiblemente la escena más desgarradora que me ha correspondido vivir en casi siete décadas de existencia.

Nadie estaba preparado para un suceso tan inesperado y cruel… Porque aún consciente de que su columna causaba escozor en grupos de poder de la época, Goyito era bien avenido con todo el mundo: con los militares, con los grupos de la izquierda díscola de entonces, con el liderazgo de los partidos tradicionales; era amigo de Balaguer, de Bosch, de Peña Gómez… ¿Quién podía querer matarlo?

Episodios oscuros Aunque después se supo que Goyito fue víctima de una conspiración de grupos militares que se disputaban la cercanía de Balaguer, todavía hay puntos oscuros en la trama que culminó con su muerte hace hoy 44 años. Dizque para esclarecer el caso, Balaguer nombró una comisión encabezada por el general Neit Nivar Seijas, líder de uno de los dos bandos militares.

Esa comisión determinó que los autores materiales del crimen fueron el teniente Juan María Arias Sánchez y los cabos Milton de la Cruz Lemus y José Rafael Pérez Pereyra, los tres del Servicio Secreto de la Policía, que entonces dirigía el general José Ernesto Cruz Brea, incondicional del grupo militar del también general Enrique Pérez y Pérez, enemigo de Nivar Seijas.

Lo que la investigación nunca dijo fue quiénes ordenaron a los agentes del Servicio Secreto el asesinato de una figura relevante como la de Goyito, considerado entonces como uno de los más influyentes y mejor informados periodistas dominicanos.

A lo sumo, Balaguer destituyó al jefe de la Policía y en su lugar designó a un general distanciado de ambos grupos militares, Rafael Guillermo Guzmán Acosta, pero los autores intelectuales del crimen jamás fueron a la Justicia a pesar de que los autores materiales --Arias Sánchez, De la Cruz Lemus y Pérez Pereyra--, pasaron varios años en prisión.

Un caso doloroso Si doloroso resultó el asesinato de García Castro, peor fue la burla que sufrió la sociedad dominicana con la impunidad de su autoría intelectual. Los jefes militares de entonces han muerto, en su mayoría. Sólo Pérez y Pérez sigue vivo, pero reducido por una enfermedad neurológica degenerativa que lo mantiene postrado y sin memoria a sus 96 años de edad.

Pero aún quedan testigos vivos que deberían documentar uno de los acontecimientos más trágicos de la prensa nacional en toda su historia, comparado sólo con el asesinato también aleve del periodista Orlando Martínez, dos años más tarde. Hoy, a los 44 años de su muerte, Gregorio García Castro sigue siendo un referente para quienes nos formamos a su lado.

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