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Las FA y la ley

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Luis Encarnación PimentelSanto Domingo

Si la ley es para todos, con la obligatoriedad en doble dirección de cumplirla y hacerla cumplir, el actual ministro de las Fuerzas Armadas de la República deberá intervenir para evitar que desde una de sus dependencias se viole como si nada importara la sentencia de un tribunal, se crea que la pieza es letra muerta o simplemente se le de un cumplimiento medalaganario.

Estamos hablando del incumplimiento de una sentencia firme o definitiva del Tribunal Superior Administrativo del 31 de marzo del 2016, que dispone que conforme a la ley 139-13, la Junta de Retiro de los cuerpos armados deberá pagarle a la viuda del finado mayor general del Ejército Aquino Guzmán Pérez una pensión equivalente al salario actual para el encargado de una de las funciones importantes desempeñadas por el mismo, como la de Inspector General de las Fuerzas Armadas. Es una cuestión elemental y de ley: igual función, igual salario. Nada de aquello de otros tiempos de que”la guardia lee como quiera”, incluyendo la interpretación de la ley a su manera, como parece ser lo que ha querido aplicar con la decisión judicial el titular de la Junta de Retiro, Hugo González Borrel, por cierto de quien distintos gobiernos se han olvidado de que hay una edad y un tiempo que hace obligatorio el retiro de los oficiales generales (¿). ¿Con qué o quién es la pega? Se sabe que en principio hubo algunos alegatos y escarceos a través del área legal de la institución, como de que la Junta no tenía dinero para cumplir con lo que dice la ley, pero la queja de los afectados -porque hay más- es que para cumplir con los retirados o los familiares de los ya fallecidos no hay fondos, pero para los activos y encargados actuales de los cargos el dinero siempre aparece. El señor Borrel se libró de un astreinte -por donde le podía doler al bolsillo personal-, bajo el pedido de que no era necesario, porque la Junta cumpliría con lo que decidiera el Tribunal. Sin embargo, el incumplimiento -pese a pequeños aumentos a cuenta gota, cinco mil pesos un día, un último de dos mil y así por el estilo, pero sin llegar al monto que tiene el puesto- ha dado pie a un embargo de la cuenta de la Junta de Retiro en el Banco de Reservas. No hay razón para que las cosas se dejen llegar hasta ese punto, objeto de escándalo y de vergüenza. Si no están los fondos, solo hay que comunicárselo al ministro de las Fuerzas Armadas, para que éste haga las gestiones pertinentes ante su comandante en jefe y cabeza del Ejecutivo, el presidente Danilo Medina, y se cumpla con la ley y con una sentencia que jamás debe ser letra muerta. Y ojo Ministro, de hacerlo el anterior, el caso estaría cerrado.

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