Memorándum al señor Presidente

Aunque no sé si el señor Presidente de la República tenga tiempo para leer todo lo que le escriben, espero haya alguien cercano que, en ambiente de confianza, le pueda hacer presente el contenido de este memorándum.

Señor Presidente:

1.- Este sábado, 25 de marzo, el país celebra el Día del Niño Por Nacer, instituido en el año 2001, para “propiciar la reflexión sobre el importante papel que representa la mujer embarazada en el destino de la humanidad, y el valor de la vida humana que porta en su seno”. También otros países tienen esta conmemoración.

2.- Todas las criaturas concebidas en una mujer tienen igual derecho a la vida, sin excepción alguna. El aborto es la peor de las discriminaciones.

3.- En el Senado de la República reposa el proyecto de Código Penal, aprobado por ambas cámaras legislativas, al que usted le presentó unas observaciones con el propósito de que se introdujera la despenalización del aborto.

4.- Estas observaciones, que debían haberse conocido, en única lectura, en la primera sesión del Senado de la legislatura extraordinaria por usted convocada, no han sido puestas en agenda, siendo clara la intención de dejar pasar el tiempo, en una maniobra política que sólo ignoran quienes no han seguido de cerca este asunto.

5.- En una carta que le dirigía el día 14 de febrero recién pasado, me atreví a solicitarle en nombre de Dios, la Patria y la Libertad, que RETIRE LAS OBSERVACIONES al Código Penal.

6.- Decía también que hay muchos frentes abiertos de intranquilidad en el país, entre ellos el del aborto, y que “el país y Ud. necesitan mucha tranquilidad para poder seguir adelante por el camino del desarrollo, la justicia social y la paz.”

7.- Con profundo sentido de respeto a su persona y a la investidura que ostenta, le reitero esa misma solicitud. En un país donde no se respete la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, se puede esperar cualquier cosa.

8.- Créame, Sr. Presidente, que no se trata de una obsesión, ni de una forma rancia de enfoque de la realidad, sino que es una profunda convicción a favor de la vida. Nuestro país ha caído muy bajo, tanto en la práctica del aborto, como en la violencia, homicidios y asesinatos. Un país que no respeta la vida se hace inhabitable.

9.- Esta solicitud la hago como dominicano que goza de los derechos que le otorga la misma Constitución de la República que fundamenta esta petición.

10.- Finalmente, le reitero mi aprecio y respeto, al tiempo que le encomiendo humildemente el cuidado del niño por nacer, que tiene también derecho a la vida.