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Lo que dijo Felucho

Hay quienes pretenden acomodar fragmentos de la entrevista de Felucho Jiménez el pasado miércoles en Hoy Mismo citándolo fuera de contexto como prueba de que la dirigencia peledeísta y el presidente Medina estaban al tanto de supuestas sobrevaluaciones en las obras construidas por Odebrecht.

Pero Felucho nunca dijo eso, ni lo dejó entrever, ni lo sugirió.

Lo que sí dijo -a título personal-, es que él cree que las obras que construyó esa empresa están sobrevaluadas, y por tanto solicitó que el Gobierno disponga que se hagan auditorías a cada una de ellasÖ Y en cuanto al CP, lo que hizo fue narrar una anécdota que antes que a Danilo y a su gobierno, a quien dejaría mal parado es al expresidente Leonel Fernández y a alguno de sus colaboradores.

Contó que a finales del año 2008 se produjo una reunión del Comité Político en la que a petición de Fernández -tras denuncias públicas del propio Jiménez sobre supuestos sobrecostos en la Autovía del Coral-, fueron invitados al entonces secretario de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa; el ingeniero Pedro Delgado Malagón, supervisor contratista, y el encargado de asuntos de Obras Públicas del PLD, ingeniero Mariano Germán. Fueron a explicar los costos de la obra y a defender el trazado en controversia, que al final fue el que se ejecutó.

Según las palabras de Felucho, fue “avasallado” por las explicaciones de los técnicos y las opiniones de la mayoría de los demás miembros del CP, e hizo la salvedad de que el actual presidente Medina, así como el ingeniero Germán, fueron de los pocos allí presentes que le otorgaron cierta validez a su denuncia.

Es preciso recordar que Jiménez mantenía un conflicto con ASONAHORES y los hoteleros del Este por el trazado de esa carretera. Felucho entendía que la Autovía no tendría por qué unir dos aeropuertos -por demás privados-, y en cambio, proponía un trazado más al norte que condujera directamente a la zona hotelera.

La posición del entonces secretario de Turismo provocó un tranque que impidió el inicio de la Autovía del Coral -algunos especulan que esa fue la razón de su destitución-, ya que ASONAHORES era respaldada por Díaz Rúa y por el propio presidente Fernández.

Y es a partir de la Autovía del Coral que Felucho entiende que las obras que hizo Odebrecht en el país están sobrevaluadas, ya que sus conclusiones parten de que el proyecto que había diseñado en Turismo no costaba 200 millones de dólares, mientras el ejecutado por Odebrecht y Hormigones Moya -esta última adjudicataria original de la obra, que se asoció a los brasileños para aprovechar las ventajas de financiamiento que ofrecía el BANDES de Brasil-, superó los 350 millones de dólares.

Pero eso es comparar pera con caimito, ya que se trata de dos carreteras diferentes con trazados diferentes. Lo mismo que podrían estar haciendo quienes califican como “sobrevaluaciones” adendas de contratos que bien podrían ser cambios de diseño o inclusión de obras complementarias no contempladas en los presupuestos originales.

Por eso es importante hacer auditorías a todas las obras ejecutadas por Odebrecht en la República DominicanaÖ Y en eso, al margen de cualquier asunto personal que le motivara, Felucho tiene razón.

Cada institución del Gobierno que hizo negocios con esa empresa debe contratar expertos en este tipo de peritaje para aclarar las dudas relativas a los precios de las obras realizadas por los brasileños y sus socios localesÖ

Y si se confirman sobrevaluaciones, toca proceder penal y civilmenteÖ Y no sólo contra Odebrecht y los funcionarios beneficiarios, sino también contra las contrapartes dominicanas y las compañías y/o profesionales contratados por el Estado para supervisar esas obras. Ya que fuera por negligencia o complicidad, tendrían responsabilidad en esos agravios.

Sería como replicar en todas las obras de Odebrecht el trabajo que se supone realiza la comisión que evalúa la adjudicación de la central termoeléctrica de Punta Catalina. Que según su coordinador, monseñor Núñez Collado, está contratando expertos para evaluar todo el proceso y validar los costos asociados a la ejecución de esta mega obra. Sólo que en este caso deben hacerlo las instituciones que contrataron sus servicios -INAPA, CDEEE, Obras Públicas o cualquier otra para la que haya trabajado esta empresa--, y así como hará la Comisión, deben hacer públicos los hallazgos, haya o no sobrevaluaciones.

Por tanto, nadie tiene que pretender lapidar a Felucho ni armar tanto revuelo con sus afirmaciones. Ya que no es verdad que acusara al presidente Medina ni a sus compañeros del CP de estar al tanto de sobrevaluaciones ni nada que se le parezca. Y a mí nadie me lo contó, yo estaba ahí.

Este, simplemente, es otro episodio en esta época de la post verdad. Donde lamentablemente mientras más altisonante es el tergiversador y mayor es la mentira, más espacio ocupa en la prensa amarillista y en ese estercolero en que han devenido las llamadas redes sociales.

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