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ORLANDO DICE

La decisión del juez

JUEZ EN EL MEDIO.- ¿En qué pie queda parado el gobierno después que el juez José Alejandro Vargas desestimara el procedimiento de homologación de su acuerdo con Odebrecht? Las autoridades se creyeron con el plan perfecto después de la validación en Brasil de su entendimiento con la empresa y la promesa, por vía de consecuencia, de adelantar nombres o pruebas en mayo. De no ser así, el presidente Danilo Medina no hubiera hablado en los términos que lo hizo. El fallo del magistrado Vargas es una caída, y como ya empezó la Cuaresma, puede irse pensando en Semana Santa y el vía crucis y las muchas puestas de rodilla. ¿Sobre qué base el ministerio público consideró justo, apropiado y posible el recurso? ¿Solo se tomaron en cuenta los aspectos formales, o también los de fondo, e incluso los personales? Aunque es interesante ver lo siguiente. El gobierno no tuvo ganancia de causa, pero sí el sistema, y ese triunfo el PLD lo carga a su favor. El oficialismo no maneja la justicia, como continuamente se le acusa, y la ingeniería democrática funciona a la perfección. Tres poderes que actúan libremente y con total independencia.

SIN IDEA CLARA.- Al Procurador lo atacan por Procurador y no por el procedimiento de homologación del acuerdo del gobierno con Odebrecht. Lo digo, porque se hace evidente la complejidad del caso y de que no existe una idea única. Abogados con militancia y sin militancia estuvieron a favor y en contra, y ese mismo ánimo se mantiene después del fallo. Insisto que son posiciones de abogados con militancia y abogados sin militancia, pues la diversidad del derecho se advierte tanto en los políticos como en los académicos. Aunque poco de los últimos y mucho de los primeros. ¿Qué hacer ahora? Jean Alain Rodríguez fue respetuoso de la división de poderes y acató la decisión del juez José Alejandro Vargas, y dijo que más adelante dirá el siguiente paso. Esa reacción demuestra dos cosas. Primero, que se sentía muy seguro de que la sentencia sería positiva; y segundo, que no tenía un plan B. De haber tenido un segundo plan, como era lo lógico, este se hubiera puesto de manifiesto y se sabría lo que preguntaba al inicio: ¿En qué pie queda parado el gobierno?

ALCANCE DE PODERES.- Como no se conocen las intimidades de la Procuraduría, no se sabe si el Procurador actúa con súper poderes al estilo del Capitán América, o debe consultar al Olimpo, como Dios menor. Quisiera vérsele por el Palacio Nacional y esa ausencia, hasta ahora, trastorna el guión y todavía no se filma la película. Por ejemplo ¿qué personaje de la Casa de Gobierno sirve de enlace entre el funcionario y el presidente de la República? ¿Cómo intercambian señas el subordinado y el superior? Nadie cree, ni sería lo adecuado, que el mandatario deje toda la carga (de diseño de estrategia, de aplicación de táctica y de alcance del expediente) sobre los magros hombros del ministerio público. La democracia es la democracia, y fuera bueno que ese barco contara con sus propios instrumentos de navegación, pero la política a veces suena como un bolero: “Bájate de esa nube y ven aquí a la realidad”. De nada aprovecha al jefe del Estado que se cumpla con el debido proceso de ley, se haga lo que nunca se ha hecho, dando un ejemplo sin igual, si el poder se le escurre como agua entre los dedos.

COMO MÁXIMO.- Tiene que darse cuenta de la realidad que lo contempla. Ahora mismo no es el dueño del circo, y por el contrario, es un cristiano tirado a la arena y rodeado de muchos leones, todos con hambre de días. Tiene que actuar con la habilidad guerrera de Máximo (Russell Crowe) en la película El Gladiador, y no solo salvar su vida, en el caso política, sino levantar las gradas a su favor. No ha habido cumbre de estrategas, que se sepa, y el Comité Político deberá reunirse el próximo lunes, aunque se supone para tratar el asunto de los reglamentos y su sometimiento al Comité Central para su aprobación. Sin embargo, desde dentro surge la inquietud de que no se está presentando combate, de que el discurso ante las cámaras fue bueno, pero no suficiente, y que conviene desplegar una logística como si fuera tiempo de campaña. A veces no es que el camarón se duerme, sino que la corriente es fuerte y arrastra hacia aguas profundas. Con lo que debió venir del Brasil el trabajo era más fácil, ahora tendrá hacerse la tarea, si no es que se tiene hecha, pues el Procurador dice que los sobornados tienen los días contados.

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