La acción es política

En la difícil lucha contra la corrupción hay que tener mucha decisión, entereza, prudencia y, sobre todo, la confianza de la población, porque se enfrenta una plaga, un mal mundial, registrable incluso en las más sólidas sociedades. Y la República Dominicana no es la excepción.

La corrupción, y ahora la impunidad, han sido tomados como bandera de lucha de grupos arrinconados en sus propias frustraciones, relegados por la sociedad de las estructuras de poder. El tema Odebrecht, es un caso continental, que en la generalidad de los países afectados se ha utilizado para la vendetta entre políticos, empresarios y grupos de presión.

El Estado dominicano no ha usado ese escándalo, que nos salpica, para la retaliación.

Por el contrario, y como dijera el presidente Medina, la justicia actúa con libertad, sin violentar los derechos, el debido proceso, las leyes y la Constitución. Un grupito de políticos, empresarios, agentes de la sociedad civil y la bullanguería mediática, frustrados por sus derrotas, quieren que metan preso a fulano o sutano, sus favoritos, y abrir un carnaval para tratar de ahondar tensiones intestinas con las que esperan ganar tramos en sus desgastadas carreras por el poder.

Danilo Medina demostró porque es el Presidente de la nación, y no los que le adversan y presionan: “Hay algunos que, ya sea por tener razón o por pescar en río revuelto, quisieran meter a todos los políticos en el mismo saco, probar sus pronósticos más pesimistas de que aquí ‘nunca se cambia nada’ y ver caer todo lo que el pueblo dominicano y este gobierno hemos construido juntos... Oiganme bien, el primer abanderado de la lucha contra la impunidad (y la corrupción) soy yo. Lo afirmo con mi palabra y lo voy a seguir confirmando con mis acciones...”.

Estos pronunciamientos tajantes desataron los demonios opositores y dejaron sin palabras a sus críticos, quienes no pudieron hilar otras frases sobre el discurso que las manidas: “no llenó las expectativas”, “fue vacío”, “fue más de lo mismo”.

Habrá nuevas manifestaciones, más marchas, nuevas presiones, porque no es cierto que son puramente de corte social y que la corrupción es el tema. Son movimientos realmente políticos en el cual Danilo Medina y el PLD son el blanco por la ineficacia de la oposición. El nivel de esas presiones por venir, determinará el futuro político de la nación. La ‘lucha’ contra la corrupción y la impunidad son, simplemente, el tema de moda.