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ORLANDO DICE

De gobierno y oposición

DECENCIA POLÍTICA.- El Gobierno fue decente al mandar una comisión de alto nivel a recibir la carta y el registro de firmas del Libro Verde. El Consultor Jurídico y dos viceministras fueron una cortesía que La Marcha no se esperaba; una representación que crea un precedente y una atención que debe poner los pelos de punta. La costumbre era que Alejandra Liriano saliera e hiciera el papel de recepción. Anteriormente esa tarea la asumía Henry Molina, a la sazón viceministro, pero que ahora dirige el CEI-RD. No está en el Palacio Nacional. Lo que antes hacía un funcionario, ahora tres, y no era que Molina tuviera rango superior, sino que el Gobierno tiene decidido dar categoría al movimiento de la calle. Los dirigentes que dieron la cara tal vez no se dieran cuenta, y menos los activistas, pero el tratamiento es inusual. Y no por su fortaleza, o su potencia, sino porque cada sector juega sus cartas, y el Gobierno sabe que los muchachos son los muchachos, pero que detrás de los muchachos están fulano, zutano y mengano. Y tampoco es la teoría de la conspiración, sino que fulano, zutano y mengano, con su designio, favorecen la causa del Gobierno. La causa que todavía no se conoce…

NUEVO PITCHER.- La comisión del Gobierno fue integrada por Alejandra Liriano, que ya conoce el protocolo, y Zoraima Cuello, que ahora hizo su debut, pero sobre todo por el consultor Jurídico Flavio Darío Espinal. Los que estén atentos a los movimientos del Palacio Nacional, tienen que advertir que el consultor Espinal es una figura relevante. Y además de relevante, efectiva. La comisión de los 3 Brazos le dio oportunidad de presentar credenciales y lo reveló como un funcionario de solución. Se conoce lo de Corde, las recomendaciones y como el Presidente las asumió sin cambiar una coma. Ahora falta ver cómo concluye la investigación del Cea en San Pedro de Macorís, que tenía un alcance, un propósito y una finalidad, pero que la dinámica en el terreno pudo alterar. La gente defraudada aprovecha cada escenario, y los comisionados tuvieron que revisar más expedientes de lo previsto. En todo caso, y es a lo que voy, los asuntos cruciales se ponen ahora en manos del consultor Espinal…

LA REAL OPOSICIÓN.- Flavio Darío Espinal no proviene de las filas del partido, sino de la sociedad civil, y la sociedad civil, en sus diferentes manifestaciones, es la real oposición al Gobierno. Es la que se mueve, es la que tira, la que pone trampa y hace emboscada. Cuando se decide mandar a Espinal, a Liriano y a Cuello a recibir el documento, no se pensaba en María Teresa Cabrera, ni Carlos Pimentel ni cualquier otro de los activistas de La Marcha que sudaron la gota gorda para llegar al Palacio Nacional.

No, se tuvo en mente a los que no van, a los que mandan, a los que no dan la cara, pero manejan los hilos a distancia y sobre todo controlan la estrategia. ¿Qué importancia política puede tener Cabrera? Que se sepa está en todo como el arroz blanco, pero en cada consulta lleva la de perder. No es como Pancho Álvarez, a quien se le atribuye condición de titiritero, por citar un caso. Así que el asunto no es de izquierda, aun cuando intenta pescar en río revuelto, sino de sociedad civil. Las agencias de inteligencia norteamericanas no le están haciendo el trabajo a Donald Trump, pero a Danilo Medina, las dominicanas, parece que de manera exquisita…

APARENTEMENTE.- La situación es interesante, porque el Gobierno parece sometido a acoso y puesto entre la espada y la pared, a la que se pegaría como si no tuviera escapatoria. Sin embargo, y asombrosamente, el Gobierno facilita la tarea de sus perseguidores.

¿Hizo el Gobierno algo para obstaculizar La Marcha? Que se sepa, no. ¿Llevó a cabo alguna acción que afectara la recolección de firmas? La respuesta, hasta donde se sabe, es negativa. Incluso, y más que extraño, sospechoso, desde el Palacio Nacional, y por medio de las redes –en particular Twitter--, se alentó la movilización. La convocatoria de peledeístas al parque Independencia es uno de esos gestos inútiles, innecesarios, fallidos. Se quiso replicar La Marcha, y se le dijo que no. Tal vez ahora no ocurra igual, pues se habla de una especie de celada. De que grupos cabeza caliente intenten estropear la ofrenda floral, tomándose el espacio y coreando consignas contrarias al Presidente o al Gobierno…

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