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EL ROEDOR

Aclaro algunas cosas

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ARISTÓFANES URBÁEZSanto Domingo

“Porque las cosas no se aclaran nunca con la mentira ni con el silencio (P. Neruda).

1.- A LA PRIMERA QUE le oí la mentira fue a la señora Sara Pérez (que de PLD no sabe nada, y si no se la ha “tragado la noche”, ¡ése es su destino irreversible!, porque es lo que le pasa a todos los que echan a Dios de sus hogares). A Aristófanes Urbáez, como saliera en UH, nadie lo expulsó del PLD, ni podían expulsarlo porque, antes del “¡entren to’!” de ahora, era miembro pleno del Comité de Base No. 6, del C.I. “Juan Pablo Duarte”, y Lidia Pérez, Ramón Ramírez, Milton Valdez, José Luis Rivera D. y Bienvenido Castro (q.e.p.d.) no lo hicieron, porque en los estatutos del PLD de la época, sólo el CP podía expulsar por “alta traición” (y yo no lo soy); o su Comité de Base, y el mío no me expulsó. Debo aclarar además, que no pertenecí nunca al llamado Partido del Pueblo (PPD) debido a que ese partido que funcionaba dentro del PLD cuando Bosch se dispuso a eliminar el “grupismo” con José Francisco Zapata, Casimiro Montilla y otros, era una traición a Bosch que cuando el Secretario General el mismo Leonel Fernández (que después se apoderó de él cuando vio que era un hombre sin agallas), escribió de alguien sentado en una mecedora esperando que pasara el cadáver de su enemigo (supongo que el cadáver de Bosch, como el famoso de esperar debajo de la mata de mango). En esa lucha se convocó a todos los miembros y circulistas del D.N. y regiones cercanas, y César López y Lidio Cadet, recién nombrado Secretario General, comenzaron a hablar de “degenerado”, y el único que tuvo el valor de preguntarle a “mi Caudillo”, Bosch, de que si ese término era correcto y él respondió, que sí, que degenerado es, el que cambia de género.

2.- EL PROBLEMA MÍO, había comenzado cuando unos comerciantes inmobiliarios dentro del PLD, comenzaron a ubicarme en esa tendencia por mi intransigencia en defensa del boschismo. El mismo don Juan, me llamó para las elecciones de 1982 (cuando unos miembros del CP no existían, y hoy aparecen falsamente en documentos diciendo que son fundadores del PLD), para informarme que el CP me había elegido como el miembro No. 6 para la boleta de regidores del Distrito (cuando Peña ganó la Sindicatura). Ese Secretario General y su secretario, que era un varón, me escondieron la lista. Y cuando me vi el día de las elecciones, estaba en el lugar No. 12 y salieron 10 regidores, incluido el secretario del Secretario General, quien fue expulsado del Ayuntamiento y del PLD porque en plena Sala Capitular le dijo “come mÖ”, a la entonces vocera del PLD por un lío que se armó con el desalojo de las fritureras del balneario de Boca Chica. Esa gente, a la que estaba ligado el después Secretario de Prensa de la Presidencia, al cual el mismo Bosch expulsó del PLD porque se emocionó con un tigueraje de Los Alcarrizos y quemó una funeraria que era de la Alcaldía cuando la matanza de Abril del ‘84. De modo, pues, que lo que me hizo fue mucho daño como lo puede testificar Julio Martínez Pozo, porque no solo mantuve mis lazos con Bosch sino también mi oposición al gobierno de JB siendo técnico de la Secretaría de Educación, que cada vez que escribía la titular mandaba a mi amigo y hoy embajador Ciriaco Landorfi a hablar conmigo (a los cuales les agradezco su gesto).

3.- LA DIRECCIÓN del C.I. Salvador Allende, entonces bajo el mando del hoy juez Winston Santos fue que tomó la decisión de informarle a mi C.B., que había recibido órdenes de arriba de que me impidieran ir a las reuniones porque estando Bosch fuera del país, en Cuba, el C.P., dirigido por Lidio y Vicente, lanzaron en toda la prensa un comunicado solidarizándose con Chile y tenía dos faltas de ortografía, una en Somoza y la otra en el texto, de lo cual me hice eco. Ya antes, Bosch le había informado a Lidio Cadet que por la presencia de Zapata en educación me suspendiera solamente como vicesecretario de ese organismo. Quienes me cambiaron en la lista de regidores quisieron embaucarme por su decisión, la cual ingenuo yo la creí, hasta que leí una carta de don Juan que me escondieron donde decía que él no dejaría su partido en manos de “súcubos”. Para ese tiempo, Danilo Medina y Rubén Montás, eran los subsecretarios generales del PLD, y el primero me decía: “Artesano, ¡Ven para tu partido!”. Aunque desde ese momento hasta hoy he defendido a capa y espada la obra de Juan Bosch, la fe mía no estaba ni para servirle de almuerzo a los inmobiliarios, ni a los “súcubos” identificados por don Juan en su carta. Esa gente me odia de la misma forma que traicionaron el pensamiento y la ética boschista, sólo por codicia y ambición de poder, como dicen hoy Aurelio Guerrero y Belarminio Rodríguez Morillo. Por eso, estamos oyendo todavía hablar del “Nueva York Chiquito”, una ciudad que fue fundada por los holandeses en 1613 que nada tiene que ver con los planes que necesita nuestro país: ¡Seguir pagando la deuda social con los pobres! Mientras, el PLD se dedique a hacer eso, aparte de las mentiras de los corrupticos que lo acusan, pero ninguno pueden justificar los bienes que tienen, pese al buen salario que devengan sus jefes pensionados en la UASD, que son incapaces de levantar la voz contra un solo atropello cometido no por el pueblo (que es quien lo sufre), sino por el gobierno de los Estados Unidos. Espero que nadie calificado me obligue a hablar nuevamente de este tema, porque entonces será Troya.

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