Ley de partidos

¿CUÁL DE LOS PROYECTOS?.- Los proyectos de ley de Partidos y Electoral que fueron reintroducidos al Congreso Nacional son los mismos que fueron estudiados y en cierto modo consensuados por las principales organizaciones políticas del país. El dato es importante, y no solo porque va a lloverse sobre mojado, sino porque al partirse de cero podría estarse perdiendo un tiempo valioso. Por ejemplo, a partir de la pieza original de la Junta Central Electoral el PLD hizo su propia versión, e incluso intentó pasarla de contrabando. Pero asimismo se avanzó mucho en un entendimiento de conjunto en las diferentes fases del diálogo. Por lo menos se sabe qué puntos si y que puntos no. Además, la experiencia más reciente, la de los comicios del 2016, podría obligar a reconsiderar aspectos cruciales. Los partidos de oposición pretendieron más de lo que era posible con la vigencia de la potencial legislación. E internamente las correcciones deberían ser mayores a la luz de las ocurrencias pasadas, pero también de los actuales desatinos. ¿Cuál de los modelos se tomaría como base, teniendo en cuenta un menú tan diverso o dificultades prácticas tan inmensas?...

REFLUJO, AUGE.- Los partidos no advierten el riesgo, pero a sus fines conviene acometer lo más pronto posible la discusión de estos proyectos. Sean los originarios o los consensuados sobre la marcha. La actual situación es de reflujo político y de auge del movimiento social. El tiempo muerto se presta para hacer las reformas de lugar, de manera que al volver la zafra los ingenios estén en mejores condiciones de moler la caña y producir azúcar. Cada partido tiene dificultades internas, unas que asoman y otras que ya crean problemas. Necesitan estribos para apearse, en el caso de los jinetes, o escaleras, si fueran las bestias, para poner la carga en tierra. El PLD tiene lo suyo, pero inició el proceso, y puede decirse que está en camino de solución. En camino, conviene repetir, pues por alguna razón, que tal vez sea la de que el dominicano deja todo para último, el retiro de los cuadernillos no se lleva a cabo con el apremio que se esperaba. Habrá que aleccionar por otra vía a los miembros del Comité Central...

CHISME PRIMERO.- El PRM se afana en reestructurar sus cuadros u organismos, pero sus reuniones de base o de dirección desmienten su ánimo. El chisme primero y el espíritu de cuerpo después. Y evidencias a diario. Despierta más interés la lucha interna que el trabajo de conjunto. El Carnaval de La Vega del domingo pasado. Hipólito Mejía de gracioso hace chistes que la concurrencia disfruta, solo que sus seguidores no tienen el mismo humor, y tampoco la gente Luis Abinader. Lo toman en serio y vienen los problemas. Habló de La óoña, y la réplica no se dejó esperar. Roberto Fulcar le puso de una vez banderilla al toro. Dijo que el líder del PRM era Abinader, sin que Mejía negara esa condición. En las ciencias de la conducta ese tipo de reacción se llama proyección. Si Mejía había dicho lo mismo anteriormente, o se tiene el convencimiento de que va ¿qué importa que lo repita? Un error, si lo fuera, no se subsana con otro error. Eso de que Abinader es el líder no se quedará como titular de prensa o recorte de periódico. Más tarde o más temprano se sacará en cara. El baúl de los agravios es ancho y hondo y por ahora caben muchas cosas...

GRADOS DE FIEBRE.- Una foto en las redes mostró todo el regocijo de Hipólito Mejía y Luis Abinader en el cumpleaños del exmandatario, celebrado en el día de ayer. Abinader no fue el último, pero tampoco el primero en felicitar a su compañero de partido. Se había adelantado en su cuenta de Twitter, pero a media mañana, y fue muy después que se presentó al lugar del festejo. El atraso, y le llevan la cuenta, se debió a un desayuno de negocios que tuvo bien temprano. Aunque la instantánea se presta para un afiche de campaña, y José Francisco Peña Gómez se hubiera sentido muy a gusto viendo la encarnación de su fórmula ideal. Lo mejor de lo viejo con lo mejor de lo joven. Sin embargo, todo ese contento fue de los dientes para afuera, como se dice de la simulación en los campos. La provocación de La Vega y la respuesta de Santo Domingo dan la medida de la situación dentro del PRM, el grado de fiebre de un paciente que bota los remedios antes que tomárselos. El acuerdo era no promover candidaturas, y ese acuerdo se rompió solo...