Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

PUNTO DE MIRA

Espero la Contramarcha

Tras el éxito de la Gran Marcha lo que procede ahora es la Antimarcha donde los corruptos exhiban sus respaldo y méritos.

Veríamos pancartas que digan “los pendejos no van a la gloria y mueren pobres”. Potentes carros de lujo, descapotables saturados de megadivas y chapeadoras ligeras de ropa proclamarían los logros alcanzados. Algunos yates rodarían por calles y avenidas para que el pueblo vea todo lo que se puede adquirir con el trabajo soterrado.

Los aviones y helicópteros sobrevolarían la ciudad y soltarían billetes de curso legal para compartir la bonanza que les ha dado la buena suerte y la gracia divina.

Patanas con música estridente y bandas musicales de todos los ritmos animarían el recorrido de la Marcha de la Corrupción y la Impunidad, en la que empleados fi eles y abundosos espalderos con sus caras de asustaniños manos al cinto custodiarían el cortejo.

Sus amigos jueces, políticos, policías, militares y fi scales tendrían hermosas carrozas copias de lujosas residencias.

Habría decoradas con guirnaldas de simulación, palomas de la paz, estatuas de Temis y una que otras ornamentadas con marcas de moda, fotos de vehículos de altas prestaciones.

Los periodistas afi nes a la troupe ensalzarían los méritos de los prohombres que han logrado tantos éxitos para la patria, impulsando el desarrollo socioeconómico para ellos y ahondando las diferencias entre los que mucho tienen y los que tienen poco.

Expertos en mercadeo podrían ser usados para analizar cómo la manipulación mediática se usa para una cosa y su contrario con magnífi cos resultados.

Montadores de espectáculos de Hollywood al ser contratados para el evento local pondrían sello de calidad a un acto tan digno.

Incluso lo podrían transmitir por satélite para animar a otros corruptos, emisarios y corruptores del continente a hacer lo mismo. A los que transitoriamente guardan prisión por el abuso de la ley que los encarceló como chivos expiatorios les llevarían pantallas gigantes y mucho champán para que los compartan con los carceleros.

En barrios y poblados alejados de la ciudad los narcotrafi cantes tendrían sus marchas privadas ya que no califi can en el estatus social. Son gente de segunda.

La Contramarcha sería una oportunidad de que las víctimas de las calumnias pongan el desparpajo en clara exhibición. Que hagan en las calles lo que siempre hacen en clubes y centros de recreación. Es otra ocasión para avergonzar a los perdedores.

¡Venga la antimarcha!

Tags relacionados